Visitando el legado

Luego de un receso un poco obligado por razones que nada tienen que ver con el gusto y la pasión que siento por la moda, y en coincidencia con los tres años de Fashion Radicals y su nueva y renovada imagen, vuelvo para seguirles contando historias de vida de los personajes detrás de cada marca, de cada nombre de la moda, de lo nuevo y de lo establecido… Que los inspira, el origen de su trayectoria, su entorno y un aspecto no menos importante en la actualidad, el managment de su negocio.

Creo que nada mejor para comenzar que la crónica sobre un viaje en el que conocí una de las joyas actuales de la moda, el Museo de Cristóbal Balenciaga en Getaria, País Vasco.

Fotografias: Juan Carlos Martinez

Lema del Modisto

“Él es el único de nosotros que es un verdadero couturier.” COCO CHANEL

Viajábamos en carro por los alrededores de San Sebastián, País Vasco, pero unos quince días antes leí en la revista Vogue que abría sus puertas en su natal Getaria, el museo del Maestro Cristobal Balenciaga… y no pude creer la casualidad y buena suerte que me acompañaban, ya que no pensábamos pasar por Getaria, pues no es una ciudad grande ni famosa, pero no podía perderme semejante evento.

Geográficamente es un lugar muy especial, es una villa a la orilla del mar, que se levanta entre laderas erosionadas, el día que llegamos allí había mucha neblina, lo que le daba al lugar algo de magia. De hecho, es uno de los pueblos surfistas de la costa Guipuzcoana y un lugar de veraneo para la alta sociedad, razón por la que toda la historia de Balenciaga comenzó allí en 1895.

Getaria Pais Vasco

Cristobal Balenciaga, hijo de la mejor costurera del lugar, se adentró en el mundo de la alta sociedad, la moda y los gustos refinados gracias a que acompañaba a su madre en todo el proceso de la confección de ropa para las familias adineradas en el verano. Una de estas familias, la de la marquesa de Casa Torre, se alojaba en su palacete llamado Vista Ona, en la que el joven Cristóbal paso muchos veranos aprendiendo el oficio de su madre y deslumbrando a la marquesa quien decidió convertirse en su mecenas en el mundo de la alta costura…

Llegamos, mapa en mano, para conocer la historia del modisto de modistos hecha museo.

Vista Ona o Palacio Aldamar se conservó y restauró para estos fines gracias a la relación que tiene con el legado del Maestro. Al Palacio se le adicionó un gran volumen de formas simples en color negro, con fachadas laterales en vidrio que permiten ver las laderas que lo contienen y que no compiten con la edificación original. Su fachada principal es una chapa negra calada que se pliega en su parte media para crear el acceso al museo. El conjunto es perfecto y se pone mejor una vez estás adentro.

El interiorismo pensado para albergar la colección de más de 1200 piezas entre vestidos y joyas diseñados por Balenciaga, tiene detalles como una sala pintada en Rosa Balenciaga, color que el diseñador puso de moda en la década del 50 y tres volúmenes suspendidos, que albergan la exposición permanente, revestidos en chapa calada con las flores que usaba en sus bordados.

La exposición permanente está dividida en Inicios, Día, Cóctel, Noche, Novias y Balenciaga Esencial, que es la última sala que se visita y en la que se muestran todos los aportes en materia de patronaje y construcción sobre maniquí hechos por el gran maestro.

Balenciaga reinventó la silueta femenina marcando la cintura y ensanchando los hombros, inventó las siluetas que caracterizaron los años 50 como el traje chaqueta, el vestido camisero, el talle alto, más adelante la falda baloon, la manga tres cuartos y la murciélago, los trajes para la mujer en paño y las túnicas… todo dispuesto en vitrinas con una luz especial para cada sala y montado sobre los maniquíes de confección, una de las técnicas de las que fue pionero.

No debemos olvidar lo que se dicen de este gran modisto, y es que con estos aportes a la confección se convirtió en el creador del arte de la alta costura.

Vestido chaqueta en paño

Si algún día están cerca de esta zona no duden en tomarse esos veinte minutos de autopista y visiten este lugar, es un verdadero placer visual, arquitectónico y estético, perfecto para los amantes de la moda.