Top Model colombiana, un mito basado en supuestos (opinión)

Las participantes de Colombia´s Next Top Model. Caracol Televisión.

Debido a la polémica de un famoso reality nacional, es necesario preguntarse si la modelo que tenga proyección internacional  y que venga de nuestro país debe necesariamente  representarnos . (opinión)

Las críticas no se han hecho esperar. Colombia´s Next Top Model difiere mucho del reality de Tyra Banks. No solo por lo contraproducente  que resulta el premio (ser una Chica Águila), pues este  va en contra de lo que una top model debe proyectar.

Es decir, asumir mil rostros, tener una belleza que se quede en el subconsciente de la cultura pop. Ser la musa y anti- musa del diseñador, el motor de la historia, y aún así, ser reconocida. Una Chica Águila no es eso, dicen muchos. Y tienen toda la razón: Es inconcebible que la imaginería de una mujer yendo en tanga, bailando y repartiendo cerveza montada en un camión  en un pueblito meridional se asocie digamos ya, a la imagen de una Natalia Vodianova.

La famosa portada de Vogue 2004 con las top de ese momento. Ellas superaron su fenotipo. Crédito: Vogue.

Hace poco hice un artículo para el medio en  el  que trabajo, donde examinamos a fondo los dos puntos de vista de esta polémica.  Pero el que asume el tutor de las participantes deja muchos interrogantes al aire. El más discutible de ellos, es que claro, debemos asumirnos como realidad, es decir, es un despropósito  encontrar mujeres basadas en el estereotipo europeo. ¿Pero es acaso necesario que la top model colombiana sea una mujer tipo Sofía Vergara para que “nos represente”? ¿De cuando acá, una top model debe representar un fenotipo característico?

Y eso lo digo porque hace poco Vogue Italia, la sucursal de la revista que más se ha arriesgado en mostrar propuestas distintas, sacó a la modelo  china  Fei Fei Sun en su portada. A pesar de que esto haya sido noticia, en la Vogue Italia, fíjense bien, no se reseña a  la modelo por su fenotipo. Simplemente, ella cuenta una historia en específico. No por ser coreana la escogieron, ni para llegar a la portada debió lucir en kimono. Lo mismo pasa con Giselle Bundchen, y con todo el grupo de sus compatriotas que son los  rostros  de las grandes casas de moda. ¿Acaso necesitaron representar “ a la mujer brasileña” para llegar a ser tops?

Aunque Fei Fei Sun sea la primera asiática en aparecer en portada de una Vogue, no se le retrata obedeciendo un estereotipo ni lo logró por ser simplemente china. Crédito: Vogue Italia.

Tal y como en Colombia, el modelo blanco prima por sobre el negro en Brasil, aunque hay modelos como Camila Alves y otras  que triunfaron por su fenotipo, pero no fue el único factor para que ellas lograsen conquistar el mercado. Es decir, sería una ridiculez decir que Giselle Bundchen triunfó por ser blanca y latina en un mercado donde la mayoría de modelos son blancas, y donde tiene que competir ante gente como Karolina Kurkova o Genma Ward, que como ella, también es  rubia y blanca. O que Iman tiene como único mérito ser negra y africana, o Karen Elson ser pelirroja e inglesa. No.

Ellas triunfaron porque si bien representan ciertos imaginarios asociados a su lugar de origen, fueron mas allá de eso, y lograron transmitir una propuesta, un concepto diverso de mujer, de miles de mujeres. La moda basada en imaginarios geográficos está siendo revaluada una y otra vez, como lo mostré en este post.  Nadie en la industria ya se atrevería a sacar a Fei Fei Sun en kimono, como imagen de postal.

Camila Alves, una de las cotizadas modelos brasileñas que si bien representa una mayoría racial en su país, tiene otras cualidades que la desligan de esto. Crédito: Yensa.com

Entonces, ¿porqué estas modelos supuestamente deben representar a la mujer colombiana, aunque claramente no las representan? ¿Qué viene siendo “la mujer colombiana”? Por lo menos el reality de Tyra Banks tenía un mérito, premiaba a mujeres distintas. La modelo de talla grande en 2007 que ganó, Whitney Thompson,  lo confirma. Premiaba a las Girls Next Door,  de verdad chicas que cualquiera ve  en la calle y fascinan . ¿Porqué no mostraron al público el proceso de selección, en este caso? Porque esa era la gracia del reality americano, mostrar que la chica que usted ve paseando al perro y se ve sensacional puede llegar a ser una top si reúne ciertos requisitos. Democratización. Eso no pasa aquí.  Y si llegan a hacer una segunda versión del reality, dudo a mares que elijan a una modelo de talla grande. Como, si ni siquiera las fichan, o saben quienes son.

Pero volvamos al punto central. La top model debe romper la barrera del fenotipo. No debe representar a nadie, porque puede pertenecer a cualquier lugar. ¿Porqué entonces seguir con un estereotipo del que ya estamos hartos? Y si, es cierto. Muchas aún sueñan con ponerse siliconas y cambiar su mundo con nuestro precario sistema de movilidad social, pero hay muchas otras que no desean ser así, y ya están hartas de verse de ese modo. Si esto es así, y en caso tal de que esto cambie, es bastante contradictorio que el epítome de esta imagen de mujer voluptuosa, la Chica Águila, pretenda cambiar en pos de una estética “diferente” (vaya a saberse cual es, ya que “no se siguen estereotipos europeos”).

Whitney Thompson fue la ganadora en la décima temporada del reality de Tyra Banks. Modelo de talla grande. Crédito: Lecalico

La imagen mental de por si ya es risible. No me imagino a alguien como André Pejic  en una tanga, repartiendo cerveza. No concibo a alguien como Genma Ward bailando con dos latas en la mano.  Y si, debemos obedecer a nuestros propios rasgos, a crear nuestra propia identidad, a creer en lo nuestro, pero para romper las reglas, hay que conocerlas bastante bien.  Es como el ballet y su desarrollo: Puede que se haya creado en Francia y los rusos hayan desarrollado otro estilo, pero estos debieron conocer las reglas francesas  primero. Coco Chanel hizo todos los trajes que odiaba  antes de desdeñarlos y ponerles trajes sencillos a las mujeres .

Con esto no quiero decir que ahora es necesario buscar mujeres que sean una brutal copia de unos fenotipos solo porque “eso es lo que manda la industria”, pero si es demandante reevaluar el concepto de modelo que se tiene en Colombia,  y dejar atrás el fenotipo y la generalización de un colectivo que está lejos de ser como ellas. Si quieren mujeres “que nos representen” en verdad,  no miren más a Sofía Vergara.  Busquen a una modelo de talla grande, y así nos vamos entendiendo, ya que la mayoría ni siquiera cabemos en un jean talla 10 que en realidad es un 2 y de industria nacional. Que gracias.

PDTA: Ante algunos alegatos sobre dejar afuera cosas como el concepto de top model, o si sobre hay top models en Colombia, tendría que escribir otra columna de opinión. Sobre percepciones de la mujer colombiana:

http://www.fashionradicals.com/2012/02/05/curvas-peligrosas-la-imagen-femenina-en-colombia-o-la-eterna-aspiracion/

Sobre la industria, es un tema más complejo, que ameritaría un post mas investigativo.