L
os dispositivos, las fibras inteligentes y las aplicaciones funcionales que aportan luminosidad, calor, frío, información o confort –sin dejar de lado la estética– son algunas de los aportes de la tecnología a la industria de la moda.Detectar las necesidades no es un camino nuevo para la industria de la moda, pero descubrirlas con la lupa de la tecnología, sí es un vía certera para responderle al consumidor, mejorar su calidad de vida o aumentar su bienestar a través de prendas y accesorios innovadores.
No se trata de una coincidencia que el tema central de la reciente gala en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York haya sido la moda en la era de la tecnología, es un hecho su potencial para producir prendas de vestir funcionales, innovadoras y con mucho diseño.
No hay que esperar a entender el concepto de realidad virtual ni a ver robots por todas partes para cambiar el chip, el llamado futuro de la tecnología es el presente. “Las empresas podrían solucionar necesidades actuales como la de llegar al trabajo en bicicleta sin estar empapado en sudor, calentarse con energía solar, comunicar, vender, co-crear o ensayar productos a través de aplicaciones o vender diseños para fabricar la ropa con impresoras 3D”, destaca Luz Adriana Naranjo, directora de Transformación Estratégica de Inexmoda.
La industria ya tiene algunas de las respuestas: camisetas que recargan el celular con paneles solares, tejidos que reaccionan y se adaptan a estímulos mecánicos, térmicos o químicos para contrarrestar el estrés, secarse inmediatamente, eliminar los olores o evitar la aparición de bacterias; diseños que cambian de acuerdo con las actualizaciones en Twitter o Facebook y los dispositivos incrustrados en las prendas para reproducir música son algunas muestras de valor agregado para entregar utilidad, funcionalidad e impacto visual.
“Es el mejor momento para innovar en tecnología vestible. Hay muchísimas oportunidades de financiación, convocatorias y concursos para desarrollar productos con alto contenido innovador. En Woma hacemos aplicaciones funcionales en los tejidos para mejorar la apariencia, proporcionar sensaciones particulares al usuario, monitorear la salud, etc.”, destaca Margarita Baena, gerente de Woma, la microempresa más innovadora de Colombia según Innova.
Las cifras son alentadoras, según la firma IDEC, en el primer trimestre de 2016 las ventas de wearables (tecnología usable) fueron de USD19,7 millones y crecieron 67,2%. Cisco Systems estima que las ventas de dispositivos de tecnología vestible pasarán de 22.000 productos en 2013 a 177 millones en 2018, mientras que en una investigación de Inn Magina dice que en 2020 los ingresos por apps móviles serían de USD76,52 billones.
EXITOSOS TEJIDOS CON TECNOLOGÍA
- Pauline Van Dongen fabrica ropa con celdas solares que se despliegan cuando hay luz solar para almacenar energía y cargar un smartphone.
- AiQ produce hilos y telas en acero inoxidable que funcionan como sensores para transmitir información sobre la salud de las personas vía bluetooth o para usar pantallas touch sin quitarse por ejemplo unos guantes.
- CuteCircuit crea diseños con wereables y tejidos inteligentes en tres líneas, prêt-à-porter, haute couture y proyectos especiales, que adornan la ropa a través de tuits en tiempo real, luces y hologramas.
- Dutch aWEARness produce prendas en poliéster ciento por ciento reciclable que el consumidor devuelve cuando las deja de usar para transformarlas en prendas nuevas. Por ejemplo fabricó los uniformes de Volskwagen.
- Fabrican desarrolló Spray-On Fabric, una tela en espray que se aplica sobre el cuerpo para vestirse o sobre telas para reparar prendas rotas.
- Electroloo es una impresora 3D para hacer prendas en tela continua y resistente, sin costuras ni brechas en la superficie.
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