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Tapetes cargados de diseño

Actualmente la tendencia hyper-multi-cultural, que yuxtapone diseños artesanales de diferentes etnias para lograr al final una mezcla indescifrable, exótica y cargada de arte, se traduce perfectamente en el universo de la decoración de interiores, desde donde realmente nace la diversidad y el riesgo en términos de mezclas de estilos.

Los tapetes son piezas que tienen un papel fundamental en la decoración; el tapete unifica y da un toque especial a los ambientes, agranda o delimita los espacios cuando es preciso.

Un ejemplo de ellos son los tapetes tibetanos y los Dhurries creados por Square Foot, marca brasileña creada en 2004 por la diseñadora colombo-americana Lina Miranda. Los tapetes tibetanos son producidos en Nepal y hacen parte de una cultura milenaria transmitida de generación en generación. Los maestros artesanos nepaleses de  dan vida a piezas exclusivas de gran belleza y calidad excepcional, mediante un proceso de fabricación totalmente manual, que parte de la obtención de lana de ovejas criadas en las montañas del Himalaya, la cual es teñida en tambores, para luego reproducir los diseños, mediante la técnica de anudado. Además de la lana, los tapetes tibetanos también pueden llevar seda pura que es obtenida de la India o de la China. Los dhurries de la India son tapetes más delgados, llenos de colorido y frescura, confeccionados en telares manuales horizontales. Contrario de los tapetes tibetanos, que son hechos con nudos, el dhurrie es todo tejido. Los materiales que se utilizan son algodón, chenille y seda pura. El material usado en los dhurries es hilado y teñido manualmente, el tejido es también hecho manualmente.

Para crear sus diseños, Lina Miranda se inspira en la tradición de diferentes culturas, así como en las creaciones de importantes casas de moda, como Missoni y Alexander McQueen. También toma inspiración de los mosaicos españoles, la cerámica Iznik y los tejidos japoneses. “Me gustan los colores fuertes y los estampados. La casa debe ser alegre y llena de vida.” afirma Miranda.

Square Foot mantiene en conjunto con otros dos diseñadores, su propia fábrica en Nepal. La idea de tener una fábrica con otros diseñadores no es solo cuestión de productividad, sino de conciencia social, pues en una visita al país asiático, Lina notó que gran parte de las fábricas y sus trabajadores, presentan condiciones muy precarias. Fue así, que para garantizar buenas condiciones de trabajo, los tres diseñadores decidieron construir una escuela, a la cual asisten actualmente 90 niños, hijos de los artesanos y una enfermería que brinda asistencia a los trabajadores y a las familias que se dedican a la elaboración de tapetes.

Square Foot lanza dos colecciones al año, una en verano y otra en invierno y sus diseños adornan casas en Nueva York y París, ahora llega a Colombia de la mano de Lina Manrique, una colombiana con estudios de arte y diseño en New York University y el Fashion Institute of Technology de Nueva York quien además trabajó en el departamento de diseño del Museo de Arte Moderno y en el Museo de Arte Contemporáneo de esa misma ciudad. Luego se dedicó al diseño de interiores y a la comercialización de artículos de decoración en grandes firmas como Ethan Allen y Cassina.  Después de 13 años de vivir en el exterior, Lina Manrique regresa a Colombia y abre Square Foot en la casa azul. Calle 69A · 10-04.

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