E
ntre payasos, malabaristas, trapecistas, contorsionistas y entrenadores de leones, todos con las mejillas sonrojadas, en el candor aún pueril, propio del artista, El Circo de Fernando Botero llega por primera vez a Colombia.
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ntre payasos, malabaristas, trapecistas, contorsionistas y entrenadores de leones, todos con las mejillas sonrojadas, en el candor aún pueril, propio del artista, El Circo de Fernando Botero llega por primera vez a Colombia.