La arquitectura, los iconos religiosos, la música y la filigrana de Mompox fueron fuente de inspiración para la colección de Faride Ramos en Plataforma K. En blanco puro, la organza de seda y el algodón fueron los absolutos protagonistas de una identidad local que habla un lenguaje global, capaz de traducir la esencia de un patrimonio de la humanidad como lo es el municipio de Mompox y de contextualizar el origen de la diseñadora sin caer en los clichés de la obviedad cuando se habla de identidad colombiana.