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ebastián Jaramillo: joyas rebeldes es un joven diseñador de joyas colombiano que desarrolló un interés por las joyería desde muy pequeño, a los 6 años ya experimentaba con materiales como el alambre y esmalte. Esta pasión temprana lo llevó a especializarse desde joven estudiando platería en la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo y posteriormente en New York donde estudió gemología en el Gemological Institute of America (G.I.A) y diseño de joyería en el Fashion Institute of Technology (FIT). A su regreso en 2009 creó su propia compañía homónima y comenzó un rápido crecimiento, en Fashion Radicals indagamos al detalle con esta entrevista exclusiva con el diseñador que nos cuentas cuáles son sus pasiones, qué reacciones reciben sus controversiales joyas y qué cosas vienen hacia el futuro para él.Fotos cortesía de Sergio Mantilla
¿Cuáles han sido los retos a los que te has enfrentado como diseñador de joyería?
Mi reto más grande ha sido entrar al mercado Colombiano, creo que el 90% de mis joyas las vendo en el exterior. Aquí es un poco más complejo porque la gente aún está muy acostumbrada a comprar solo las grandes tendencias y no aprecian mucho los diseños únicos y nacionales. Me ha tocado ir creando mi propio espacio entre la gente que le gusta el diseño independiente y novedoso.
¿Qué haces cuando no estás haciendo joyas?
Me gusta salir a correr, también leer, leo mucho, creo que tengo una obsesión por la historia rusa. Aparte de esto no sé que más, yo colecciono cosas como plumas de tinta lo que es curioso porque mi caligrafía es horrible. También desde muy chiquito coleccionó piedras obviamente.
¿Cuál es tu mayor tesoro?
Creo que una caja de música alemana de 1890, toda en plata, la cual tiene un mecanismo para darle cuerda y sale un pajarito a cantar para luego volverse a guardar. La caja la herede de mi abuelo por eso es mi mayor tesoro.
¿En tus piezas, cuáles crees que son las particularidades que las hace reconocibles como Sebastian Jaramillo: joyas rebeldes?
Pues yo siempre he pensado que uno como joyero enfrenta un desafío y es la materia prima, tu coges un trozo de oro o una piedra preciosa y son lindos por si solos, el reto es convertirlos en algo más y esto es uno de los problemas que veo mucho en los diseñadores de joyas en Colombia, hacen joyas para ser “lindas”, para mí la esencia esta en hacer piezas que invoquen cosas a la gente, piezas que comiencen una discusión. Las personas se tienen que enamorar de las joyas, muchas personas odian mis calaveras o las balas que utilizo en mis piezas, pero muchas otras las aman y no las cambian por nada. Entonces en resumen yo trato de crear cosas arriesgadas que sean diferentes y especiales.
¿Justamente ahora que tocas el tema de las calaveras y las balas que encontramos dentro de tus piezas, queríamos saber cómo empiezas a integrar estos elementos a tus joyas?
Bueno pues mi primera colección fue la que integraba balas. El pronóstico era pesimista, se pensaba que por la historia de violencia en el país las personas lo odiarían, pero mi intención era todo lo contrario, quería coger un elemento de guerra, un objeto con una connotación tan fuerte y negativa y transformarlo de forma pacífica y artística y entregarle un nuevo significado. La gente aquí lo recibió bien y eso fue bueno y en Estados Unidos, en especial, se agotaron totalmente. Siempre he querido usar cosas diferentes y arriesgadas por eso utilice calaveras, que personalmente considero divinas, hay algo metafórico en la idea de que todos tenemos una calavera dentro y todos terminaremos así, pero al público general aquí no le tiene el mismo aprecio.
¿Cómo es tu proceso de diseño, de donde surge tu inspiración para crear tus joyas rebeles?
Mi proceso de diseño es algo natural, tengo el lujo de no tener que forzarlo, si en 3 días no se me ocurre nada puedo quedarme en la cama porque no tengo la presión de estar creando. Lo pago cuando me inspiro porque entonces trabajo obsesivamente hasta terminar.
En cuanto a inspiración, lo principal creo que serian mis viajes, adoro viajar y siempre tomo muchas fotos. También me inspiro mucho en la arquitectura y las antigüedades, mi abuelo era anticuario y yo crecí con un amor particular por las cosas viejas y la historia. Normalmente, mis joyas tienen tendencia a ser recargadas y esto viene en gran parte de la joyería victoriana y en especial de la joyería rusa de finales del siglo XX. Siempre me voy por las cosas que me invoquen algo y me generen emoción.
¿Cuál ha sido un pieza memorable para ti?
Un collar con balas que elaboré y me lo compro Gabriel García Márquez para su esposa. Era particularmente hermoso pues como ellos vivían en México el collar tenía muchos colores mexicanos como el turquesa, variaciones de rojos y amarillos.
¿Qué proyectos viene para el futuro con la marca?
En el futuro voy a empezar a vender lámparas y candelabros. Aquí tengo uno que llevo creando desde hace 3 años, es todo hecho a mano y contiene más de mil hojas que igualmente son talladas a mano. Al final va a contener más de 10 mil quilates de piedras preciosas. Es un proyecto que me apasiona, pero será una pieza para comercializar en el exterior. También estoy entrando a los objetos de arte de lujo que son objetos que contienen joyas, como unas tazas de expreso talladas en jade con una cenefa de rubíes.
¿Has pensado en hacer colaboraciones?
La verdad no lo había pensado, pero creo que dependería de la compañía y dependería de quien. Por el momento no es algo que tenga planeado, pero no estoy cerrado a la idea.
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