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MONSA: una historia entre Paula Jaramillo y su ropa

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ONSA es una marca que acoge prendas con historias de personajes y diseñadores colombianos, haciendo que sus tesoros recorran nuevos caminos.  En esta ocasion recogen los tesoros de Paula Jaramillo para que circulen y crean una moda más sostenible.    

Acompáñame al carro que necesito cambiarme”. Llevábamos apenas un par de días de conocernos, días de trabajo intensos en medio de uno de esos grandes eventos que Paula se había encargado de pasar del sueño a la realidad y en los que ese día la jornada había empezado en la madrugada y siendo las ocho de la noche todavía faltaban unas horas para terminar.

Por: Andrés Valencia G. 

Paula Jaramillo, conversaciones sobre ropa

 

 

Bajamos corriendo al parqueadero en el que solamente estaba su carro y otro más. Abrió la puerta del conductor para dejar adentro una cartera enorme con la que había cargado durante el día. Me preguntó “¿Ves gente?” y haciendo un paneo rápido por el lugar confirmé que estábamos solos. Mientras tanto ella había abierto de par en par las puertas de su camioneta y de un portavestidos había sacado una falda lápiz negra de cuero y una blusa azul petróleo de seda perfectamente planchada.

Sin pensarlo un momento más se metió entre las dos puertas abiertas del carro, empezó a desvestirse no sin antes decirme “Echa ojo por si alguien viene y me tengo que esconder”. Tras máximo cinco minutos las botas vaqueras, sus jeans negros, la camiseta blanca de algodón y la chaqueta que la habían acompañado durante todo un día de reuniones de producción, coordinar entrevistas con medios, confirmar invitados para la gala de la noche siguiente, entre muchas otras actividades, desaparecieron y fueron reemplazados por las dos piezas que había alistado previamente sobre la silla trasera del vehículo.

 

 

Tomó un par de tacones negros con tacón aguja que estaban en el suelo del carro, esos que domina y que atesora, se los puso y cerrando las puertas dijo: “Súbete. Estoy lista”. Sentada en la silla del conductor tomó una bolsa con maquillaje, acomodó el espejo retrovisor, se puso base, polvo, rímel, rubor y un poco de labial de un color rojo que al igual que el resto del maquillaje y su vestuario acentuaba sus facciones, pero no buscaba llamar la atención. Sacó de su bolso un par de pequeños aretes de oro y se los puso, una cartera sobre cruzada, se soltó el pelo y movió un poco la cabeza.

Prendió el carro y salió al encuentro de algunos empresarios con los que se reuniría esa noche para comenzar a poner en marcha otro proyecto cultural como el que ya estaba coordinando durante esa semana.

Así, entre la practicidad y la elegancia y con una alta dosis de disciplina, siempre se mueve Paula Jaramillo del Corral a la hora de vestirse “En mi diario vivir la comodidad, sobriedad y la sencillez son la constante. Pero si tengo algo especial elijo salirme de la caja, sin necesidad de ostentación ni excentricidad, simplemente recurriendo a alguna prenda o un objeto que me permitan contar una historia.” Se maquilla siempre sola, sin importar la ocasión.

Un objeto así, de esos que permiten contar historias, fue lo que escogió para lucir en el Banquete Oficial en el Buckingham Palace al que estuvo invitada en el 2016. “Además de ir vestida por María Luisa Ortíz, lo único que llevé fue una orquídea inmortalizada en plata en la solapa. En una pequeña cartera de filigrana de plata…”, comprada en sus lugares favoritos del mundo, los anticuarios, las tiendas vintage o en las herencias de las amigas de su Mamá y de las mamás de sus amigos, llevaba otra orquídea igual con una nota de la diseñadora Carolina Carder, “yo soñaba con que la Reina Isabel se enamorara de mi orquídea y poderle entregar la nueva y que así ella pudiera usarla después con sus vestidos y que llevara siempre un pedazo de Colombia.” No pasó, pero la orquídea sí fue motivo de varias conversaciones y la Reina al saludarla le dijo: “oh lovely”.

 

 

“Cuando uno tiene objetos así puede establecer conversaciones y para mí entablar conversaciones con la gente es de las cosas más importante en mi vida, a mi me gusta llegar a escenarios donde nadie se conoce con nadie, aprender, conocer. Genero esos espacios, me gusta hacerlo. Una de mis grandes cualidades es mezclar. Lo heredé de mis papás que ambos eran así. Me gustan los espacios en los que no conozco a nadie y en los que se pueden tejer nuevas conversaciones, descubrir, conectar, hacer magia, coleccionar amigos, siempre llevo algo en la ropa que me permita abrir la conversación.” 

Y es que como ella misma lo reconoce heredó de sus padres, Martha Luz del Corral y Horacio ‘El Loco’ Jaramillo, la capacidad y el interés permanente por convocar a la mesa o cualquier otro encuentro a personas distintas, mezclar grupos y de ahí hacer que surgieran conversaciones maravillosas, buenos negocios o nuevas amistades. “Mis papás ante todo eran liberales en el gran sentido de la palabra. Vanguardistas. Viajeros. Rompe esquemas. Me siento orgullosa de haber heredado esto de ellos”.

Y además de haber heredado estas cualidades, Paula también reconoce con orgullo que entre su closet hay muchas prendas que conserva como tesoros y luce con alegría consciente de su historia. “Me encanta honrar las prendas que pasan de mano en mano, que tienen generaciones detrás porque están cargadas de mucha admiración, de memoria, me gusta honrar esa esencia.  Colecciono objetos que tienen memoria y que ya tienen su destino trazado en mi vida, prendas, joyas, arte, … para que sigan pasando de mano en mano cuando yo ya no esté.” 

 

 

Una “no turista”

En la vida de Paula y su familia los viajes siempre han sido muy importantes.

“A mis papás les tocó vivir una época maravillosa que fueron los 70. Ellos tenían la oportunidad de viajar gracias a su trabajo y así lo hicieron. Iban mucho a Nueva York, incluso allá se casaron, vivieron la época Studio 54, mi mamá traía música en cada viaje, le pagaba al DJ de la discoteca y él le grababa casetes y el día que ellos llegaban de viaje se armaba la fiesta en mi casa, todos los que llegaban para bailar con la música nueva llegaban vestidos con sus mejores pintas como si estuvieran llegando al Studio 54. Y aprendí y disfruté de eso también, mis papás se encargaban de hacer de ese encuentro, y de todos en su vida, una gran ocasión. Es importante verte con los amigos: Hacer del momento un momento especial. Reunir, celebrar y acompañarse.”

Y así como ellos disfrutaron del viaje también quisieron que sus hijos lo vivieran y que tuvieran acceso al mundo, a una mente abierta y una visión global y en el proceso también aprendieran de la vida.

“En mi casa teníamos que ser buenos estudiantes, pasar el colegio realmente, y nosotros todos pasamos – suelta una carcajada- y además teníamos que trabajar en una de las temporadas de vacaciones para que, en las próximas, nos premiaran con un viaje, trabajábamos en los negocios que tenía mi familia la pastelería Santa Clara, la hamburguesería Del Oeste o en el restaurante La Bella Época. Hacíamos parte del proceso de producción, sin consideración alguna por ser los hijos del dueño. Horarios y rigor. Esto nos ayudaba a entender el privilegio y a acercarnos a la realidad de los otros. Sin duda esto es lo más importante que recibí de mis papás y de mi abuela materna. Tu generas con tu privilegio: sin mi tu no puedes ser, sin ti yo no puedo ser. Todos somos seres humanos, el trabajo dignifica y nadie es más que nadie, eso sumado a los más que buenos tratos.”

Y aunque desde muy pequeña amaba las botas vaqueras que le trajo de regalo su mamá de un viajes, fue también en uno de estos viajes en el que Paula descubrió que esta prenda se volvería infaltable en su closet, en sus viajes y en su vida: “Como yo amaba montar a caballo entré a una tienda que vi en NY con la intención de comprar unas botas, y encontré unas que decidí, por antojo, usar ese día para caminar y fue lo mejor que me pudo pasar porque descubrí que son lo más cómodo para caminar. A las personas les parece extraño pero están diseñadas para el calor, el trabajo, el polvo, tu pie está absolutamente confortable todo el tiempo, no sabes lo que es una ampolla, puedes caminarte ciudades enteras, así que las uso siempre que puedo y en mi maleta, así pesen y ocupen espacio siempre estarán para primavera, verano, otoño o invierno, lo que cambian son los colores. Además, los tennis no eran opción en nuestras vidas. Eran por supuesto otras épocas. Hoy los adoramos. Nos gusta ser viajeros, no turistas.”

 

 

Balance

La búsqueda por el equilibrio ha sido una constante en la vida de Paula, pero si hay algo en lo que ella se sienta tranquila es en el balance de su energía femenina y masculina “Tengo en mí, y en mi clóset, una muy buena mezcla entre lo femenino y lo masculino. Por ejemplo, mi prenda favorita, sin duda es el tuxedo o el smoking, y cuando lo uso me lo pongo unos artes elegantes de mi cajón de los secretos con unas sandalias para que se vea más femenino y por debajo me pongo un corsé sexy o una ropa interior con encaje.”

Y es que la ropa interior juega un papel protagónico a la hora de vestir de Paula “Siempre, siempre, siempre tengo ropa interior bonita. Hace parte del sentirme cómoda y sensual al mismo tiempo, hace parte de la consciencia de mi cuerpo, del estar vestida bien para mi”

“Ahora que mi papá no está me quedé con unas joyas de pintas de su closet. Los pantalones de mi papá me quedan perfectos, no tuve ni que mandarlos a arreglar, me fascina usarlos, pero también porque me gusta vestirme con ropa de hombre y además los perfumes que uso huelen a hombre.” Es cazadora del FENDI, descontinuado y el cual persigue por internet de quienes tienen alguna existencia en sus casas.

Pero el equilibrio, como a todos, le ha sido esquivo por mucho tiempo y apenas hace unos años afirma “Estoy cómoda, estoy tranquila, estoy en mi etapa de aceptación. Nunca ha sido fácil mirarme al espejo, no tengo espejos de cuerpo entero, y siempre tengo la luz tenue. Me reconozco con mis inseguridades… ni hablar de lo desafiante que ha sido vivir desde los 47 años una menopausia súbita y precoz.  Después de mucha aceptación y trabajo personal, hoy tengo claro qué ponerme en cualquier momento y para cualquier ocasión. Sé, que como yo esté vestida de pies a cabeza, estoy haciendo una declaración sin necesidad de exhibirme u ocultarme y tengo la claridad que mi seducción está en otras cosas: en la palabra, en mis posturas, en los sueños, en mi pasión, en mi intensa necesidad de preguntar y conversar”.

“Si hoy tuviera la cita de negocios de mi gran sueño, que es con Jeff Bezos, yo voy a mi closet y tengo clara la pinta perfecta para ir, lo único que tengo que hacer es poner de mi parte con la disciplina en el ejercicio y la alimentación para que la prenda me sirva. Mi closet está listo pero yo tengo que estar lista para él. Para mí es simple, todo es atemporal y con todo me siento como en mi propia piel.

 

Hoy Paula Jaramillo, después de más de 25 años viviendo en Bogotá, “ciudad que amo y que me dio además de grandes logros y amigos, y que me permite vestirme como más me gusta gracias a su clima y a su cultura” se encuentra radicada en Medellín desde donde trabaja en su compañía Grupo Trébol Comunicaciones en múltiples proyectos culturales, uno de los que ocupa gran parte de su tiempo busca transformar el consumo cultural de los ciudadanos “Quiero una Medellín que consuma menos vitrinas y más conversación, más cultura, … que generemos una gran economía alrededor del territorio de arte que es Medellín, mi ciudad es tan talentosa en sus diferentes expresiones artísticas.”

Y vestida casi igual que al comienzo de este relato: jeans, que afirma los usará hasta el último suspiro, camiseta blanca de algodón, botas vaqueras y un sweater de cashmere azul, pero ahora en su casa, contesta el celular, mientras tanto saca de un bolso desordenado el mismo labial rojo de aquella noche, se levanta, va hacía el baño y frente a un pequeño espejo bajo una tenue luz amarilla se retoca los labios. Cuelga. Tira el celular y el labial dentro de la cartera y dice, como al principio “Estoy lista”.

Fotos : Sebastián Quintero

Stylist:  Karen Ramírez 

Maquillaje:  Lina Restrepo

Closet de Paula Jaramillo 

MONSA es una marca que acoge prendas con historias de personajes y diseñadores colombianos, haciendo que sus tesoros recorran nuevos caminos.

Te esperamos para que deposites tus prendas que llegarán a otras manos. En MONSA ganas dinero por circular y juntos aportamos a un mundo más sostenible.    

IG: @monsa______

WApp: 3103895092

? Visítanos: Calle 12 # 30 – 242. Medellín

Los ingresos de la ventas de lo que Paula ha donado serán entregados a la Fundación Mi Sangre. @fmisangre

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