La marca Clownaman presentó su identidad en pasarela de manera legitima: pasarla bien, divertirse y tener un espíritu lúdico es la apuesta urbana y casual de esta firma que con grafías expresa un sentir joven y espontáneo.
El amarillo quemado o mostaza fue el color predominante contrastado con rojo oscuro y azul opaco. Los pantalones bermudas y pitillo, así como los vestidos baby doll fueron la silueta recurrente para hablar de diversión en la ciudad. La colección denominada Swingadelia es una propuesta donde el movimiento: bailar, correr y jugar con los amigos sirve de excusa para crear una marca gráfica que pretende reflejar un espíritu payaso, donde lo único que importa es pasarla bien.
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