L
a edad nunca había sido tan poco relevante para la moda como ahora. La actitud, la personalidad, la nostalgia y la comodidad están por encima de los años a la hora de escoger las prendas. La línea entre ropa para niños y adultos desaparece poco a poco.“El peor miedo que tienen los adultos de hoy es la obsolescencia, quedar pasados de moda, dejar de ser vigentes. Por lo tanto, hay todo un giro estético, intelectual y emocional de los mayores por parecerse cada vez más a los jóvenes, a los adolescentes y a los niños para no ser percibidos como viejos”. Así lo afirma Mariano Narodowski, pedagogo e investigador argentino y autor del libro Un mundo sin adultos.
Coincide con el sociólogo norteamericano Neil Postman, autor de La desaparición de la infancia, que explica cómo las nuevas tecnologías y el acceso a la información han creado una relación cada vez más parecida entre las personas de distintas edades.
Las teorías de estos investigadores se perciben en el comercio y la moda. La moda sin edad se refleja en como poco a poco, los niños fueron ganando espacio como consumidores y tomadores de decisiones de compra. Los juegos, especialmente los de video, se convirtieron en objetos de deseo de los adultos, el negro, el gris, el blanco y el beige empezaron a ser usados en la ropa infantil y los cómics en las prendas de los mayores, por mencionar algunos ejemplos.
¿Qué elementos ganaron terreno para hacer más delgada e imperceptible la línea entre la moda para adultos y niños? La actitud, la personalidad, la nostalgia y la comodidad que parecen ganarles a los años a la hora de escoger las prendas.
En la moda sin edad en la actitud de los padres cabe disfrazarse de superhéroes; la personalidad de los nuevos niños se identifica con las colecciones tipo adulto de marcas como Dior, Tom Ford y Stella McCarney; la nueva empresa rumana ACBC –Advanced Children Basic Clothes– se roba todas las miradas en las pasarelas de Nueva York y París con su ropa básica para niños con actitud y singularidad y de líneas simples y colores inusuales, que se lanzó con los eslóganes: “Un bolsillo, simplemente más grande” y “No más ni menos que un vestido”; y el personaje de Snoopy, de la serie Peanuts, llama al pasado con las colecciones de Gucci, que incluye prendas que van desde los 480 hasta los 1.150 dólares y de Uniqlo, que trabajó su línea del perrito, creado por Charles Schulz, en colaboración con el artista francés André Saraiva.
“Es la era de la autenticidad”, advierte la firma británica John Lewis en su informe de Tendencias de consumo 2017.
”Los consumidores invierten menos en artículos que solo usarán unas pocas veces y buscan ropa que coincida con sus estilos de vida y con lo que aman, la edad es menos relevante y la actitud y la personalidad pasan a un primer plano que da cabida a la compra de piezas atemporales que hablan a los clientes de sus años noventa y sus amados veinte años”, agrega.
En Colombia la moda sin edad se ve en la marca Arturo Calle que lanzó la línea Arturo Calle Kids obteniendo beneficio de su vínculo emocional con sus clientes adultos y en el primer mes vendió el 70% de la oferta al mercado nacional. Por su parte, Urban Rock, Agua Bendita y Maaji, entre otras marcas, han implementado esta tendencia con éxito y comercializan prendas idénticas o con las mismas telas y acabados para padres, madres e hijos.
¿Qué piensas acerca de esto?
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.