MADRES RADICALS: Andrea Trujillo, la mamá gansa y castor

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urante el mes de mayo tendremos en nuestra sección Entrevistas a tres mujeres #PersonajesRadicals que por su estilo de vida son las #MamasRadicals 2015. Empezamos este especial con Andrea Trujillo, una mujer de 32 años, madre de dos pequeños: Gerónimo y Cloé y la chef  creadora de Ganso y Castor un Café Bistro en la ciudad de Medellín.

 

 

Andrea es una mujer feliz que está en constante búsqueda del bienestar, aquel que le permita viajar de la mano de su esposo Juan Esteban y de sus dos pequeños. Para esta chef  graduada de la Escuela de Hostelería Hofmann en Barcelona, hotelería en Suiza y prácticas en México, la vida está llena de posibilidades y  todo es probable. “La verdad es que ahora entiendo que soy afortunada y disfruto lo que tengo, me entrego y me apasiona mi vida como mamá, esposa y profesional.”

Además es una mujer relajada y amigable que antes de contestar una pregunta suelta una carcajada de entusiasmo, por eso al preguntarle qué se necesita para ser chef contesta sin dudarlo: pasión,  ” tienes que tener amor por los ingredientes y su trato, además de paciencia y dedicación para pasar horas en una cocina en temperaturas altas y bajo presión… El tema de la comida es muy subjetivo y darle gusto a todo el mundo es muy difícil, pero lo que si es “fácil” es hacer bien las cosas.”

Ganso y Castor es un café bistro en la ciudad de Medellín donde la calidad y la buena presentación son la prioridad. Después de trabajar en Barcelona en preparaciones tradicionales catalanas, estar en contacto con altos estándares de calidad, con técnica al vacío en cocciones lentas y de conocer las técnicas impecables de la culinaria francesa, Andrea busca la expansión de su negocio, que se convierta en el espacio que le de bienestar a toda su familia, incluso que su esposo y ella solo se dediquen a ello. ” Mi ideal es que Ganso y Castor nos brinde a todos una vida buena, rica, no de excesos, pero si posible para viajar y vivir cómodamente y felices… Crecer en puntos de venta cálidos que te transporten a un café franceses en Nueva York.”

 

 

 

Para esta madre moderna como ella se denomina tener a Geronimo y a Cloé fue su sueño, desde que tenía 13 años le gustaba ser niñera de todos sus primos, por eso siempre tuvo claro que quería ser mamá joven, de hecho en su escala de valor ser madre era una prioridad por encima de su éxito profesional. “Ser mamá al principio da miedo, pero uno no cree, hasta que los tiene, que ellos puedan llenar de tanta felicidad a tantos: familia, abuelos, tíos, tías, primos, etc… Son una fuente de alegría, sin embargo ser madre cambia la percepción de la vida, toma otro giro, y todo lo que hago de aquí en adelante es por el bienestar de ellos.”

Ahora bien cuando le pregunte por ese cambio de vida, ella afirma que tiene una vida normal y que se apoya mucho en los abuelos para poder seguir teniendo momentos como mujer con su esposo y amigos, ” me gusta salir con mis amigos, viajar, estar a solas con Juan Esteban… Ser mamá no cambio mi estilo ni mi personalidad, pero fue algo que siempre pensé y concerté con mi esposo, por eso nos propusimos seguir haciendo lo que nos gusta, es fácil desprendernos de los hijos sin ningún tipo de drama o sentimiento de culpa, porque creemos que darnos el espacio es importante para ellos y para nosotros.”

Pero ser mamá para esta mujer no siempre fue un idilio, pues después de tener uno de sus hijos sufrió de depresión post parto: “sientes que te quieres morir, es horrible, tienes pensamiento obsesivos compulsivos y negativos y la verdad que son momentos muy duros, pero superar eso es lo más maravilloso que me ha pasado, porque ahora sé que mis hijos me enseñan a ver la vida de otra forma, una vida donde todo se puede, soy más positiva y recursiva, y veo el lado bueno y las oportunidades en todo… Lo más difícil de ser mamá es el primer año de cada hijo porque dependen estrictamente de ti, pero cuando comienzan a caminar por ejemplo, es una felicidad.”

Con tres años Geronimo y un año y nueve meses Cloé, Andrea admite que vale la pena ser mamá porque no hay amor comparable, la emoción que sienten mutuamente de verse después de un día de trabajo es muy especial o escucharse al teléfono, “sentir que uno es lo más importante para un ser humano es sublime.”

En conclusión los contrarios son el equilibrio para esta madre, pues además de poder desprenderse de sus hijos sin drama es capaz al mismo tiempo de sentir con plenitud que dependen el uno del otro.

Cómo definirías tu estilo de vida: indisciplinado, relajado, flexible… Disfrutamos eso. Hacemos yoga en familia y nos gustaría irnos con los niños de viaje para India, tener un año sabático junto a ellos.

Qué admiras en un ser humano: la honestidad, la disciplina, el amor por lo que haces día a día y meterle cariño a todo, desde hacer mercado…

Qué no toleras en un ser humano: la grosería, el maltrato y la desigualdad.

Dónde te gustaría vivir: en la playa

Cuál es tu sabor favorito: el jengibre porque es picante y exuberante.

Tu plato favorito: cochinita pibil, tostadas de atún y tacos de langosta.

A qué huele o sabe Geronimo: a leche.

Qué ingredientes lo definen: la cebolla, cuando está cruda es amarga y pica, pero bien cocinada y tratada es dulce y agradable, así es Gero.

Y Cloé: a huevo y es como la Salsa sriracha, potente y activa.

A que sabes tú, Andrea: a jengibre, picante y aromática, soy agridulce.

Qué receta harías si mezclaras todos estos sabores entre tus hijos y tu: haría rollitos vietnamitas con pepino, albahaca, cilantro, remolacha, mango, tortilla de huevo de sushi y cebolla acaramelada.

Cuál es tu lema: respetar a todos a si como quiero que me respeten. El respeto por el medio ambiente.

Cuál es el estado de tu espíritu: alegre.

Qué es algo Radicals: ir en contravía y lograr cosas interesante y demostrar que ser diferente es una buena alternativa.