Lucía Cuba cautivó mi atención cuando leyendo una revista vi que su trabajo Artículo 6 estaría exhibido en el Museo de Arte y Diseño de la ciudad de Nueva York hasta abril de 2015, de inmediato me comuniqué con ella porque más allá de ser una voz creativa latinoamericana que habla de moda, su trabajo está cargados de connotaciones Radicals que quisimos confirmar.
Nació en Lima en 1980 y estudió Diseño de Modas en el Centro de Altos Estudios de la Moda (CEAM), es licenciada en Psicología, con estudios de Maestría en Psicología Educacional y Desarrollo Humano, y doctora en Salud Pública de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. En el 2010 recibió la beca Fulbright y posteriormente se graduó de la Maestría en “Diseño de Modas y Sociedad” de Parsons, The New School for Design, en Nueva York.
Su trabajo se basa en una aproximación crítica al diseño de modas y a la construcción y exploración de prendas de vestir como agentes performativos y políticos, pues para Cuba las piezas de moda y vestuario van más allá de una función estética y representan consideraciones sociales, éticas y políticas. Además como investigadora en salud publica y psicología, explora el cuerpo, el genero y la biopolítica a través de sus diseños con los cuales hace una fuerte critica de la salud pública.
¿Por qué estudiar moda, psicología y salud. Qué tienen en común y cómo lograste crear un diálogo entre ellas?
No decidí estudiar las tres a la vez, pero poco a poco mi práctica profesional y lo que inicialmente era un hobby (el diseñar mis propias prendas) fueron encontrándose hasta llegar a un punto de conexión que empezaba a demandarme conocimientos y a explorar nuevos territorios.
La moda, la psicología y la salud están construidas sobre un universo personal y social, y su aproximación demanda de enfoques interdisciplinarios. Creo que el diálogo que encuentro entre ellas y del cual aprendo constantemente tiene sobre todo que ver con el descubrir y aprender de la gran posibilidad que implica el aproximarse a temáticas sociales –en mi caso enfocadas en temas de salud- desde la construcción crítica de vestuario.
¿Según tu aproximación y percepción de la moda, cómo la definirías?
No manejo una definición única, pero me gusta pensar que la moda supone un universo complejo en donde lo individual y social interactúan constantemente y recrean nociones diversas de persona y personas, tradición, historia, costumbre, cultura, juego, ritual, tiempo, intercambio, producción, etc.
Me gusta pensar también en la idea de “modas”, como una construcción plural, y en las dinámicas complejas que estas plantean. Creo que al pensar en el concepto como algo plural se incluye la posibilidad de que este varíe y pueda ser concebido como algo amplio y no estático.
¿Entonces en este lenguaje plural que refleja nuestro tiempo e identidad individual y colectiva, qué dice la moda de los seres humanos contemporáneos, de la mujer contemporánea?
El ser humano transmite permanentemente características individuales y colectivas en su vestuario, independientemente de si este se comprende o no desde una definición particular de la moda o desde un momento particular en la historia.
Los seres humanos somos tan diversos y complejos que me resultaría injusto tratar de tipificar un solo tipo de moda en relación a un género y una temporalidad. Nuevamente haría el ejercicio de pensar en qué implica que algo sea entendido como “moda”, para quién, en dónde, en qué momento, etc…
Este diálogo que abres a través de tus diseños y arte, hacia dónde creces que está avanzando, qué respuestas has encontrado, o mejor dicho en qué va esa conversación…
Al intentar generar conversaciones distintas a partir del planteamiento de ciertos temas sociales mediante el uso de prendas de vestir y de plataformas del diseño y la moda, las respuestas son diversas. Por un lado existe el reto de pensar que una prenda pueda existir más allá de un momento (o temporada), más allá de la esfera comercial (se prestan, no se venden) o más allá de lo estético (de la valoración de si es una prenda bonita o fea). Esto implica el replantear nociones que uno construye sobre lo que “es y no es” moda.
Por otro lado, existe el reto de pensar que una prenda pueda existir en un contexto en donde habitualmente no era un objeto/sujeto de observación, estudio o construcción. Como en un contexto académico, científico, legal, de crítica social, etc. Esto supone también replantear nociones que uno construye sobre lo que es y no es perteneciente a estos universos. En este contexto, las prendas que construyo existen y se “validan” de acuerdo la interacción e interpretación que tienen cada vez que se exponen (sea esto de manera física o virtual), cada vez que alguien -una persona- le da una lectura y les otorga un significado. Cada experiencia supone una posible conversación posterior, elevando el mensaje que las prendas puedan llevar, y sobre todo, añadiéndoles la importante carga emocional y simbólica de quien lo está reinterpretando.
Personalmente no cuantifico el avance de estas conversaciones, pero hay ciertos indicadores que me ayudan a evidenciar que estas sí ocurren y que existen en contextos muy diversos: como por ejemplo ver el impacto de un artículo sobre mi trabajo al leer los comentarios de una persona sobre este, o al ver la nota compartida, al recibir un correo sobre cómo las prendas lograron comunicar un mensaje y cuestionarlo, al terminar una presentación en una clase y recibir un comentario sentido al respecto, entre muchas otras expresiones. Cada una de ellas es una gran motivación para seguir creando.
¿En este momento tienes uno de tus trabajos expuesto en el ámbito del arte, en un museo, qué diferencias ves entre arte y moda, si las hay, dónde se yuxtaponen, y cómo una usa a la otra?
En un sentido tradicional, la moda se construye sobre nociones del diseño, pensando en este como algo más funcional que responde a necesidades específicas o que responde exclusivamente a necesidades comerciales. Contrastando esto con nociones tradicionales del arte, el diseño de moda encajaría menos” en lo libre, honesto, abstracto, etc., y más en lo comercial, lo masivo y en el consumidor.
Pero en los enfoques contemporáneos, al menos desde mi experiencia, lo interdisciplinario entra como algo transversal en distintas expresiones humanas, y lo que tradicionalmente identificábamos como “arte” o “moda” hoy en día se construyen desde escenarios tan diversos que poco a poco trascienden esta ‘tradición’ de tratar de enmarcarlas como una expresión u otra.
Con esto me refiero a que cada vez es más frecuente ver que las disciplinas intervienen en distintos campos, en donde más allá de la etiqueta puesta a la obra, se comprende en un sentido amplio y multidimensional.
Pasemos ahora a tus proyectos, cuéntame como nació y se desarrolló Artículo 6?
El proyecto “Artículo 6: Narrativas de género, fortaleza y política” nació en el 2011, mientras me encontraba desarrollando la tesis de una Maestría en Diseño de modas y Sociedad en Parsons, en Nueva York. En ese contexto, el Perú se encontraba en medio de una contienda electoral presidencial, en donde una de las candidatas de mayor preferencia era la ex-primera dama e hija del ex presidente Alberto Fujimori, quien nos gobernara por 10 años en el marco de un régimen dictatorial caracterizado por la corrupción y violación de los derechos humanos de los y las peruanas. Uno de los casos de violación de DDHH que empezó a ser nuevamente discutido durante esta contienda política era el caso de Esterilizaciones Forzadas, que se llevaron a cabo en Perú entre 1996-2000 en el marco de la aplicación de un programa de control poblacional y planificación familiar. En este período al menos 2,074 personas (en su mayoría mujeres de poblaciones indígenas y en situación de pobreza) fueron forzadas a someterse a esterilización quirúrgica (bajo coerción, mentiras, falta de información, etc.).
Yo me aproximé al caso por primera vez en el 2009, cuando me encontraba realizando estudios de doctorado en Salud Pública. Sin embargo en el 2011 reconecté con el caso –y con la indignación que este me generaba- esta vez desde un espacio vinculado al arte y el diseño.
Pensé en la posibilidad de aproximarme al mismo tratando esta vez de generar un canal que permita conversar sobre esta problemática, difundirla, generar nuevas escenarios para tratar temas relacionados sobre derechos sexuales y reproductivos, género, derechos humanos, entre otros. Fue así que decidí tomar al vestuario como mediador y canal principal de comunicación, y como herramientas a las plataformas que el diseño de modas podía ofrecerme –como editoriales de foto, pasarelas, performances, video etc.- entendidas como espacios con un gran potencial para dialogar sobre diversos temas.
Inicialmente realicé trabajo de campo (entrevistas, visitas, análisis de documentación, entrevistas con las personas afectadas, entre otros), para luego dar lugar a la construcción de las prendas de vestir que podían generar estas conversaciones sobre el caso y los temas relacionados. Como resultado final, el proyecto cuenta con un espacio de documentación digital http://articulo6.pe que está próximo a ser relanzado, y que recoge documentación diversa del caso y del proyecto, y está compuesto por más de 50 piezas de vestuario construidas con técnicas mixtas de bordado, impresión en tela y tejido que se han activado mediante 12 acciones (entre ellas performances y pasarelas, video, conferencias, talleres, instalaciones, portales web, etc.) dentro y fuera de Perú.
Han transcurrido más de dos años desde que oficialmente lancé el proyecto y la posibilidad de aprendizaje es gratificante e infinita.
¿Qué simboliza el cabello sobre el rostro y la trenza larga?
Para la construcción visual de este proyecto (Artículo 6) consideré importante tratar de respetar el criterio de anonimia de las personas y el caso abordado. Las imágenes que he creado a través del styling y la dirección de arte de mis prendas plantean nociones de género y procedencia, haciendo uso de la trenza como una referencia a las poblaciones indígenas.
¿Tienes otro proyecto que se denomina ‘Exercises on Health’ y ganó un premio en The Future of fashion is now, y eras la única latinoamericana, cuéntame de eso?
A inicios del 2014 recibí el premio Han Nefkens en Moda, junto con 5 diseñadores internacionales entre ellos Iris van Herpen (NL), Craig Green (GB), D&K (Ricarda Bigolin & Nella Themelios, AU), Olek (PL) y Digest Design (CN), quienes fuimos seleccionados por un jurado compuesto por Viktor&Rolf, Karin Swerink, Vassilis Zidianakis (Atopos cvc), Han Nefkens y José Teunissen, quienes nos seleccionaron luego de una búsqueda y evaluación extensa de propuestas internacionales de diseño y moda.
El premio incluía desarrollar un proyecto nuevo que formaría parte de la exposición “El Futuro de la Moda es Ahora”, exhibición que acaba de terminar el pasado 18 de Enero en el Museo de Boijmans Van Beuningen de Rotterdam. Haber sido reconocida con este premio fue sumamente gratificante, sobre todo considerando que la selección de candidatos la hace un jurado internacional cuyo trabajo aprecio, y dentro de las cuales además fui la única latinoamericana del grupo de premiados.
El proyecto que decidí crear se llama “Ejercicios en Salud” (EES), un proyecto que explora nociones sobre la salud a través de la construcción de prendas de vestir, abordando las dificultades y oportunidades que la experiencia con la salud trae consigo.
Durante la exhibición “El Futuro de la Moda es Ahora” presenté la primera parte del proyecto, una instalación compuesta por 4 trajes que recogen historias de personas que se aproximan a su condición de salud a partir de un diagnóstico de cáncer. Cada pieza -tejida a mano en algodón- es complementada por “historias clínicas” en donde se comparten fragmentos de las entrevistas realizadas, fragmentos que fueron bordados dentro de las mismas prendas.
Esta primera muestra activa oficialmente el proyecto, una nueva plataforma desde la cual abordaré distintas problemáticas relacionadas a las construcciones sobre la salud, el acceso de la población a la misma, los determinantes sociales, entre otros temas. El proyecto contará también con una página web (http://ees.pe), en donde uno se podrá aproximar al proyecto y sus acciones, así como a vínculos con información relacionada a los temas que se estén abordando.
¿Qué mensaje estás dando con este proyecto donde el cuerpo femenino y la salud son foco?
En este proyecto el cuerpo concebido no tiene un género específico. EES está centrado en explorar las nociones de salud en un sentido amplio, pero desde el universo de lo personal y social. De alguna manera, explorar más a fondo sobre cómo los seres humanos construimos nuestra salud, y cómo logramos alcanzarla. Muchas veces recién pensamos en nuestra salud recién cuando ésta se ausenta.
Justamente con este proyecto intento aproximarme con mayor énfasis desde el arte y la moda, pero con un enfoque de salud pública, sobre todo para las acciones y temas futuros que el proyecto tiene consideradas. Una de las motivaciones principales del proyecto tiene que ver con la posibilidad de plantear una temática que suele ser tratada sólo por expertos (médicos, especialistas en salud) y plantearla desde la perspectiva del ciudadano de a pie.
En este ejercicio, la idea es proponer nuevos espacios para construir y reflexionar sobre las nociones de salud, acceso a la salud, a la información en salud, etc.. Y, ambiciosamente, pensar que estas reflexiones nos invitan a empoderarnos respecto de nuestra propia experiencia en salud.
¿Todo este trabajo al final tiene unas piezas de vestuario, éstas se comercializan?
Dependiendo del proyecto en el que esté trabajando, el circuito de exposición o distribución de las prendas que construyo varía –sea perteneciente al rubro del arte, de la moda u otros. Por ejemplo, en el caso del proyecto “Artículo 6” las piezas no se comercializan -no están a la venta- si no que circulan en calidad de préstamo y en esa condición se exponen y performan en plataformas diversas.
Por otro lado, en otro proyecto que estoy por lanzar este año “LCO” -un nuevo proyecto concebido como un laboratorio de prendas y objetos que se construyen a partir de una propuesta crítica de la moda- las piezas creadas sí dialogarán y existirán en un circuito comercial, y sí estarán a la venta.
La posibilidad de explorar la moda y sus sistemas desde distintos niveles como la creación, producción e impacto, es lo que también me motiva a conocer más a fondo y proponer nuevas estructuras de distribución y exposición de mi trabajo.
¿Finalmente, cómo percibes la moda Latinoamérica?
Creo que los sistemas latinoamericanos de la moda están haciéndose cada vez más conocidos, tal vez más “accesibles”. Esto también tiene mucho que ver con el acceso a redes sociales e internet, que facilita la exposición e intercambio de procesos del diseño y la moda a nivel mundial. Esto ocurre en un momento importante a nivel de la industria de la moda mundial, que ha pasado por recientes crisis económicas y por cambios en los escenarios en donde esta se construye y distribuye.
En ese contexto, los nuevos sistemas que emergen -en contraste a las nociones más tradicionales de la moda- como es el caso de los sistemas de moda latinoamericanos, tienen la posibilidad de aportar a visiones y prácticas distintas a las comunes, que pueden aportar a la comprensión de la moda como una construcción amplia, interdisciplinaria, ética, histórica, inclusiva y diversa.
Esto en un momento en que grandes problemáticas presentes en los sistemas de la moda a nivel global como lo son- por citar un ejemplo- las cadenas de producción masiva también denominadas “fast fashion”, que van desapareciendo de mercados europeos o norteamericanos y se abren con gran respuesta y hasta alegría en mercados latinoamericanos. Esto es preocupante en tanto estas cadenas de producción han sido muy cuestionadas en temas de ética laboral y ambiental, así como en el impacto que tienen sobre la producción local. Estos temas se vienen trabajando en diversos países, incluso a nivel del estado y términos de cómo este protege y promueve no sólo la producción local sino el sistema en su conjunto.
El reto es complejo e implica el que podamos conversar al respecto en distintos niveles, como creadores, productores, consumidores y estado. Pero la posibilidad de pensar en cómo hacemos modas en Latinoamérica implicaría primero definir sobre qué bases las estamos construyendo.
Nota del editor: quiero agradecer de corazón a Lucia Cuba por contestar esta entrevista de manera honesta, juiciosa y profunda, dejándonos con reflexiones maravillosas sobre este lenguaje plural que es la moda. ¡Gracias! fue un placer conocerte virtualmente.
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