La llega de Nicolás Ghesquière a la casa Vuitton reafirma su genialidad, creatividad y sensibilidad artística. Ghesquière es capaz de crear a través del vestuario todo un universo auténtico, que no se parece a nada más, pero que todas queremos conocer porque lo hemos estado esperando desde siempre.
Según el comunicado de prensa la colección crucero 2015 de Louis Vuitton es un armario íntimo que cobra un nuevo significado en otro universo mediante la concesión de una identidad inesperada y propia. La colección es majestuosa por su mezcla de géneros, por su peculiar mezcla de capas y colores en disonancia y en su yuxtaposiciones paradójica que es una exploración por transformar la ropa y los accesorios en algo más. Con un espíritu orgánico y abstracto la colección está llena de texturas 3D que nos remiten a una idea tribal y pixelada capaz de simular la naturaleza.
Entre bohemio, futurista y urbano, la colección es fluida e iluminada, pero al mismo tiempo dura y afilada, sin perder esa voluntad atemporal de ser parte del guardarropa de cualquier mujer. La magia de las creaciones de Ghesquière esa precisamente esa, la capacidad de ser creativo sin dejar de ser cotidiano.
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