LILIANA SANGUINO: La moda y el valor de la diferencia

No es su apariencia lo que le confiere la esencia radical a Liliana Sanguino, resaltada por un flequillo corto, cejas decoloradas y ojos delineados de negro profundo; es su posición personal sobre la moda, un tema que desde niña ejerció una fascinación y que la llevó a explorar distintas facetas: desde encontrar en la ropa de segunda mano una magia especial, que al contener todo un sinfín de historias, lograba diferenciarse a probar suerte en Londres y con los años, convertirse en líder del programa de Diseño de Modas del London Fashion College, apasionada docente en la Universidad de Westminster y asesora de distintas marcas en temas de exhibición de producto y vitrinismo.

Con un marcado acento caleño, incluso después de casi 20 años de haber dejado Colombia, su conferencia se centró en uno de sus tantos fuertes en el mundo de la moda: cómo crear nuevos espacios físicos que se diferencien en gigantes comerciales tan homógeneos como los centros comerciales; una acérrima defensora de la diferencia en los espacios creativos, pues tiene muy claro que las voces más interesantes, las que perduran, son las que aprovechan las situaciones más personales, las particularidades y hasta las carencias, para crear propuestas únicas, porque para ella, ser diferente, es absolutamente fantástico.

A pesar de la actualidad inglesa, con decisiones como el Brexit, Liliana Sanguino ha aprendido en Londres a crearse un universo propio y exitoso a partir de esta diferencia; su nacionalidad e historia personal, más que considerarse como una desventaja, se convirtió en una oportunidad para aprovechar y crear así su propia marca, la marca de una mujer que desde niña, cuestionó la capacidad de uniformar que puede tener la moda y su sistema de tendencias, que después de graduarse como arquitecta en la Universidad de los Andes, emprendió vuelo para entender y abordar de la moda desde su parte más personal: la de la expresión del ser.

Seguir cuestionando y no dejar de lado las posiciones más críticas, son prácticas fundamentales que Liliana Sanguino aplica en sus múltiples labores, creando impresionantes escaparates que se ven por todo Londres o invitando a sus estudiantes a exigirse y encontrar en lo particular, su propia visión y lenguaje de la moda. Una construcción personal que aporte al concepto de moda como una fuerza cultural y social, donde no hay cabida a la discriminación y que al contrario, la inclusión y el conocimiento del otro, es su principal motor, el más importante.