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rtesanía, Moda y Competitividad es el proyecto que Código Malva lidera con la comunidad y/o asociación Ébéra Néka de Tierraalta, Córdoba. Después de varios meses de trabajo con las indígenas emberá katío, de hacer talleres de capacitación en patronaje y desarrollos de colección y de trabajar de la mano con la diseñadora cordobesa, Perla Dávila, muestran una colección de accesorios desarrollados por la comunidad y su saber hacer.Las artesanías creadas por la asociación Ébéra Néka son una mezcla de saberes, en primer lugar el saber ancestral de tejido con chaquiras y molas de las indígenas, combinado con nuevos conocimientos de bordado y recamado, control de calidad, joyería y técnicas de diseño. Zapatos, collares, cinturones, carteras, sombreros, anillos, aretes y llaveros hacen parte de la colección.
Cuál es la historia de las Ébéra y su vestuario y artesanía?
Hace unos 20.000 mil años empezó una migración desde Brasil, bordeando el macizo colombiano y la costa pacífica, de un grupo de indígenas llamados Emberá, el primer departamento que encontraron en Colombia fue Nariño, que es muy selvático, y siguieron subiendo buscando más tierra hasta llegar al Chocó, Antioquía (Urabá), Panamá y Córdoba.
Por ser una comunidad nómada y selvática, son hombres y mujeres de pesca y caza, pero se comenzaron a establecer cuando ya no encontraron más lugar para donde caminar o “pasear” como dicen ellos, pues los alambrados les cortaron camino.
La caza, las pesca y la recolección son sus principales labores en la selva, sin embargo, se han ido adaptando a otras dinámicas más occidentales que les han cambiado su estilo de vida. Los Emberá tienen un pie en el pasado y otro en el presente, adoptan y remplazan fácilmente, además, no piensan a largo plazo, son inmediatistas, pero no han perdido por completo su tierra ni su lengua, lo que hace que aún sean una comunidad importante.
Vestuario femenino Emberá
En la selva tropical usar ropa es muy complicado porque la humedad es permanente, por lo que la ropa nunca se seca, el sudor va quedándose en los tejidos y va creando machas de moho y a tener mal olor, por eso los Emberá usan poca ropa, es decir solo llevan la paruma (falda de tela) en su vida cotidiana, y cuando tienen una ceremonia o van a salir a la ciudad se adornan con collares y se ponen camisas de colores y molas.
Desde siempre las Emberá han desarrollado su parte artesanal, pues como cualquier cultura crean lenguajes simbólicos a través de la palabra, la grafía y el vestuario. Su mayor fuente de inspiración es la naturaleza y la plasman en sus accesorios.
Las figuras de las molas y de los tejidos de chaquiras tienen como común denominador los triángulos que son símbolo de la montaña selvática.
Por ejemplo, los colores que usan son una simbología de la flora, la fauna y el agua de la selva tropical, de ahí la combinación inesperada y vibrante de los colores.
Somos coloridos porque nosotros sacamos todo de la naturaleza, como la guacamaya.
Las Emberá son más conocidas por el tejido de las chaquiras, las cuales adaptaron después de la llegada de los españoles. La chaquira checa, con la que trabajan actualmente, es un elemento extranjero y la traen de Panamá, pero les gusta porque es de cerámica y tiene colores más brillantes que las del plástico u otro material.
De hecho ya saben tejer con mostacillas y canutillos para sus tejidos, pues asimilan muy bien la nuevas formas de crear y los elementos traídos de otros lugares. Basta con mirar sus parumas (faldas), hechas de trozos de telas compradas en la ciudad o en TierraAlta para ver cómo eligen, de esos materiales, las más coloridas y estampadas y las combinan con pequeñas camisas de molas vibrantes y fluorescentes.
Las camisas de molas solo las usan para salir de la selva, pues allí llevan el pecho descubierto; las cosen ellas misma con retazos de telas que compran en Tierraalta. Cada paruma de flores o grafías tiene su camisa de molas y es acompañada de las sandalias tres puntadas de moda, ya sean de plástico con o sin cristales y brillantes.
La mujer Emberá usa este vestuario junto con un hermoso maquillaje negro hecho de la semilla jagua con el que se pinta el rostro, las manos y los pies. Luce este vestuario y maquillaje como sinónimo de celebración.
Los Emberá como cualquier cultura se adornan y lo largo de los años han usado camisas de mola, collares y pulseras de chaquiras para celebrar, pero solo al ver que otras culturas comenzaron a comercializar sus propios adornos como medio de ingresos extras, ellas empezaron a crear para otros y a vender.
¿Por qué la camisa de molas Emberá es tan pequeña?
Porque para ellas lo único que hay que cubrir, cuando se va salir del territorio, son los senos, pues el vientre es muy importante mostrarlo como símbolo de mujer fértil.
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