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onversamos con Andrés Montaño, comunicador audiovisual y master en historia del arte, sobre su conferencia de fotografía de moda de los años 60 y después de entrevistarlo y conocer su presentación surgieron varias reflexiones con respecto a nuestra imagen de moda contemporánea. La fotografía de moda de los años 60 contribuyó a evidenciar un gran cambio en el ideal femenino, además, ésta se embarca dentro de un contexto de cambio en el sistema de la moda con la aparición de los nuevos estilos, las múltiples ideas de mujer y con ello la diversidad de belleza. Se implantó en el ADN social la idea de eterna juventud.En la conferencia dada por Montaño el pasado 10 de septiembre 2015 en el Museo de Antioquia, organizada por la Revista Mamba, conocimos que entre 1960 y 1970 el diseño y la moda comenzaron a dirigirse al individuo y hubo una transformación que dio inicio al final del dominio de la alta costura y empezaron a aparecer nuevos y diversos estilos. La moda se fue asociando a la vestimenta diaria y para el trabajo: universo casual, y se amplió la idea de la mujer trabajadora y soltera, mientras la feminidad empezó su proceso de liberación del control patriarcal.
“La moda tenía aires de aristocracia y madurez por lo que para la década de los 60 la idea de juventud, movimiento y fluidez se vio representada en mujeres jóvenes, casi infantiles, delgadas y ágiles. La idea de movimiento estaba limitada por la función primaria de ser un ideal en los años cincuenta: esposa glamorosa adorada por los hombres.” Afirma Andrés Montaño. Entonces el artificio de la pose se trasladó a una mujer dinámica y cotidiana, ya sea en estudio o locación, la idea era representar una joven, soltera, económicamente autosuficiente que giró su interés al consumo y no únicamente a la maternidad y la adoración masculina.
Por otra parte, en la conferencia nos dimos cuenta que esta idea de Juventud como característica principal del nuevo cuerpo y la nueva feminidad es retomada en nuestra época (2012-2016). Hace algún tiempo hemos venido siendo testigos de una fotografía de moda que enaltece el movimiento y la juventud como pilar de éxito social y aunque exista una contracorriente que le apuesta a modelos e imágenes de hombres y mujeres de más edad, su actitud siempre será joven y dinámica. Lo que evidencia que la idea de eterna juventud se aleja de la edad y tiempo y se ratifica en un ideal o actitud de ser joven: no es tener juventud, es ser juventud. Entonces vemos como la comercialización del cuidado del cuerpo, la salud, las dietas y ejercicios son rutinas básicas para cumplir con ese ideal.
“Por otro lado la fotografías de moda de la década de los 60 vuelve difusa la frontera entre fotografía artística y fotografía de moda, las publicaciones se encargaron de referirse a la fotografía como algo artístico, adicionalmente, el consumo masivo, la necesidad de nuevos mercados y la cultura popular alentaron la emergencia del individuo cuya mayor preocupación era la realización de sus deseos y necesidades.” Asegura Andrés Montaño en su exposición. Y aquí vuelvo a hacer una anotación a nuestros días, las redes sociales lo evidencian, los selfies y los artífices de la pose en instagram tienen mucho de esa semilla sembrada en los años 60 y 70: “Lo personal es político”.
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