“J
amás pensé que el fin del mundo fuese una pasarela de moda” expresa “El otro” hablándole a “El mismo”, seres/personajes que narran la actual colección de Mon & Velarde, marca basada en la ciudad de Medellín, que durante más de una década se ha constituido como un referente de la moda masculina, donde lo sartorial y lo genderless, siempre ha sido parte de su esencia, la cual es celebrada por medio de Compost, una propuesta que no solo habla de la historia de la marca, sino de la actualidad y el futuro del vestuario nacional, entre tendencias y grandes homenajes al oficio del sastre.
Durante ya 11 años, Marta Gaviria y su equipo han construido un oasis para las personas que buscan en la sastrería, una forma de expresarse. Compost no es la excepción, siguiendo de manera coherente el lenguaje de la marca desde su concepción, con la atención milimétrica al detalle, estampados llenos de códigos a descubrir y la diversificación y mezclas de distintas técnicas, en tejidos tradicionales, texturas tipo cueros y tonos que responden a tendencias que contrastan con otras tan fuertes durante los últimos años, tales como el “Dopamine Dressing”, aquella manera de expresarse a través de explosiones de colores, con la que seguramente se recordará el año 2022. En esta colección, Mon & Velarde, se viste de tonos neutros, de grises y negros, casi que, vaticinando una nueva era, no solo en el universo de la moda, también en la cultura en general, dentro del cine, la música y las artes plásticas.
Con una interesante exploración en el trabajo de Dona Haraway, antropóloga, bióloga y filósofa, quien, en 1984, con su Manifiesto para Cyborgs, habló abiertamente sobre la superación de géneros y la unión entre el ser humano y la máquina, la marca reestablece su concepto como marca, el cual siempre le apuesta a la ausencia de géneros, a pesar, por supuesto de tener, en su mayoría, a un público identificado como masculino. La ciencia ficción, referentes góticos y guiños a la era de Hedi Slimane, en su período como diseñador creativo de Dior Homme, el cual marcó cierto antes y después en la moda masculina mundial, aluden a un período vital en la identidad del diseño colombiano, en el cual se hacen necesarias voces como la Mon & Velarde.
Y a través de muchos años, en un amplio catálogo que incluye desde prendas listas para usar hasta trajes de bodas y celebraciones, Compost demuestra que algo no cambia: una maravillosa técnica sartorial, una sensibilidad siempre dispuesta al cambio consciente y el juego de distintos saberes a la hora de vestirse, porque como bien lo dice Mon & Velarde, “la vida es un gusto adquirido”.
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