U
na prenda de vestir, como una frase, puede significar más de una cosa al mismo tiempo, por eso el vestuario de la alcaldesa de Bogotá: Claudia López, dice cosas, frases y discursos sobre ella, y la carga de símbolos que tienen un contexto histórico y cultural.Empecemos por decir, que la discusión sobre la moda, la ropa, como cosas de la forma y no del fondo, es un discurso realmente obsoleto, porque la forma y el fondo están íntimamente relacionados y no son cuestiones del azar y sin importancia. Todos, elegimos qué ponernos, sin importar que esté de moda o no, y cada prenda es elegida en un acto de comunicación legítimo con uno mismo y con la idea de ser percibidos por el otro.
Todos adaptamos unos códigos estéticos con los cuales nos identificamos, como cuando usamos ciertas palabras, entonaciones y frases con las que definimos nuestra forma de expresarnos verbalmente. Y es aquí cuando podemos decir que Claudia López usa los códigos estéticos masculinos, que muchas mujeres han adaptado por muchos años para poder tener poder, e incluso se han convertido en los estereotipos de las mujeres homosexuales.
¿Cómo se viste Claudia López, alcaldesa de Bogotá?
Según la periodista Patrycia Centeno en su libro Política y Moda: «Las mujeres políticas, en su camino al poder, han encontrado dos formas de enfrentarse al problema: intentar pasar desapercibidas y emular el uniforme de sus compañeros o reivindicar el vestuario femenino. Sea uno u otro remedio el que se tome no exime de juicios».«Si al hombre se le impide que abandone la corbata, a la mujer política se le recomienda, aún hoy, que disimule su condición de fémina»
Pilar Luna, periodista de moda, también piensa que Claudia usa esos códigos del vestuario masculinos por su condición de líder política. “Claudia se identifica con un estilo de vestir un poco desenfadado y clásico, que creo se quedó suspendida en el tiempo. Las mujeres poderosas solían vestirse con una estética masculina porque fue así como la sociedad les empezó a dar más reconocimiento y se visibilizaron más cuando ocupaban cargos que históricamente han sido dominados por el hombre. Además, eso de “tener pantalones” es un estigma para una mujer que quiere triunfar en la política. Creo que ella se quedó con ese concepto donde un pantalón y una camisa básica son códigos masculinos que la liberan de la tiranía de tener que estar “bien vestida”.
Es así como la nueva alcaldesa de Bogotá, Claudia López, tiene un código de lenguaje a través de su ropa, no en vano siempre la vemos con camisas de botones, pantalones con pretina, bajos a la cadera y de bota recta, un pañuelo corto, de colores, atado al cuello con un nudo de corbata, zapatos tipo oxford o botines de tacón grueso, chaquetas blazer en tonos pasteles y neutros como gris plomo y algunos acentos en tonos vibrantes como verde y azul.
Le preguntamos a Valentina Osorio, experta en imagen efectiva, cómo describiría el vestuario de la alcaldesa Claudia López y nos cuenta que su imagen hay que analizarla en 2 conceptos:
PRÁCTICO y RÍGIDO: pues al usar piezas como los blazers, las camisas de tejido plano de botones, los pantalones de bota recta, los accesorios y complementos discretos, a excepción del pañuelo de colores y estampado que suele llevar en el cuello atado con nudo de corbata, el pelo corto, los cuellos de alas amplias, usualmente elevados, los cuellos en V de algunos cardigans, los zapatos oxford y las medias de rombos simbolizan un uniforme con estructura y rigidez. Práctico y cero ornamentado, es decir un vestuario sin accesorios superfluos, hecho para actuar.
Este tipo de vestuario, comúnmente y desde los códigos culturales y sociales establecidos por siglos anteriores, tiene significados atribuidos a la apariencia de los hombres. Sin embargo, ella tiñe esos códigos con colores que en el imaginario social le pertenecen a lo femenino, como los tonos pasteles y vibrantes.
“Este look se convirtió en su uniforme y el hecho de usar la pañoleta (y no dejarla por nada del mundo) es su manera de expresar su feminidad. Es el recurso que tiene y usa para ornamentar un atuendo que no tiene ninguna gracia por sí solo y es una forma de acercarse a la moda. Tiene colección de pañoletas y le gusta jugar con ellas y mezclarlas de diversas maneras para darle un toque diferente a su “uniforme”. Afirma Pilar Luna.
Finalmente, Claudia López ha elegido su vestuario no porque sí, sino porque cada prenda la identifica y la hace sentir quién es, pero sobre todo porque le permite encajar dentro de los códigos estéticos masculinos donde es más fácil estar y ser líder política.
Y es aquí donde el vestuario tiene discurso, el vestido habla. En Claudia López es practicidad y rigidez para su contexto político, pero a su vez expresa o hace un guiño dentro de los códigos estéticos femeninos (colores, pañuelo y aretes).
Pero, ¿Por qué lo femenino no puede ser práctico y rígido? y/o ¿Por qué lo masculino no tiene colores pasteles? Tal vez, porque, hasta el momento, no hay lenguajes/símbolos universales que permitan una percepción distinta y está claro que Claudia Lopez lo entiende así, por eso hace ese juego de símbolos.
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