CASTING, MÚSICA Y ESCENARIO: por Amaury Echenique de La Madona Producciones

D

espués de cada desfile las voces nos se hacen esperar y periodistas, productores y blogueros siempre comparten sus impresiones sobre cada colección, sin embargo no solo se habla de las telas, estampados y siluetas, también se habla o se critica la música, el escenario, el sitting, la logística de entrada, las modelos y hay quienes hasta hablan de los invitados. Por eso nuestra intención es hablar de la puesta escena de un desfile que al igual que la indumentaria y estilismo tiene mucho que ver con contar una historia o concepto. El  pasado 28 de octubre no solo fue el día que Silvia Tcherassi inauguró una nueva versión del CaliExposhow, sino la oportunidad, después de muchos años, de ver muy de cerca una colección de la más internacional de las diseñadoras colombianas.

 

 

 

Todos acudimos muy emocionados a ver la visión de la mujer macondiana de Tcherassi, de esa mujer escrita por nuestro Nobel de literatura, y aunque sobre la colección ya se ha escrito mucho, los desfile no solo deben ser vistos desde la propuesta del diseñador sino también desde la puesta en escena, las cuales deben ser analizadas y entendidas como parte fundamental de una propuesta de moda. La verdad, la mayoría salimos muy satisfechos de volver a ver a Silvia Tcherassi y su versión de la historia de Macondo, fue muy emocionante saber que una colección inspirada en García Márquez se presentaría en la emblemática estación de trenes de la ciudad de Cali, un escenario que fue reconstruido para la ocasión y sirvió de escenario, sin embargo, y aquí va mi primera critica, el público estuvo sentado de espaldas a la locomotora establecida allí, los vagones azules que llevaban el nombre de la diseñadora quedaron escenificados de costado y habría sido mucho mejor ver la colección con la locomotora de fondo.

Ahora bien fue un gran acierto acompañar el desfile con porros y otros ritmos del Caribe de mediados del siglo pasado, con una orquesta en vivo, sin embargo la música resultó monótona y faltaron los matices que la música de una pasarela necesita para mantener viva la atención de los asistentes. Tal vez si se hubiesen escuchados los temas originales habría sido aún más emocionante.

 

 

 

 

Por su parte el casting  fue maravilloso, muy por el contrario de lo que muchos criticaron, para mi fue un buen elenco, pero lastimosamente con desaciertos, es decir muchos vestidos no fueron bien asignados a la modelo adecuada, se dejaron piezas muy interesantes en modelos muy nuevas que aún no saben llevar atuendos complicados y eso le restó impacto a éstos, mientras que a modelos con más experiencia les dieron piezas más fáciles de llevar.

El maquillaje y el peinado fue otro de los aciertos, muy acorde con el ADN de una Silvia que sabe que en la sobriedad están la elegancia y el buen gusto, además acorde con la tendencia lucir natural y con piel luminosa.

En términos generales fue una gran colección, desde los atuendos hasta la puesta en escena, llena de buen gusto y de ese realismo mágico que tanto nos identifica y enorgullece.