Una vez más Johanna Adkins reporta desde Buenos Aires lo más destacado de la semana de la moda de esta ciudad. Del 25 al 28 de febrero la moda argentina es el escenario de la industria latinoamericana.
Llega el otoño, se acerca el alto invierno en el cono sur, y como siempre la mejor vitrina para conocer las tendencias de las grandes marcas y del diseño independiente de Argentina es el BAFWEEK. En esta edición, el evento más importante de moda del Sur, le apuesta como nunca al diseño local y a las nuevas propuestas de los jóvenes emergentes dedicando una noche entera solo a estos protagonistas, pero sin dejar a un lado a los consagrados de siempre.
La campaña promocional del evento reunió algunos de los exponentes más reconocidos del país y les planteo la idea de diseñar atuendos que representaran las diferentes zonas del territorio argentino. El resultado no puede ser mejor, en cada atuendo se refleja el espíritu “folk” del país mediante la visión de cada diseñador con los elementos que lo caracterizan. Acá les dejamos algunos de estos looks y que comience nuestro recorrido por la moda argentina.
Desfile inaugural Vero Ivaldi
Desafiando el clima tan inestable, propio del cambio de estación, Vero Ivaldi presentó su última colección de invierno en un escenario exterior, La Plaza Alemania en pleno corazón de Palermo Chico. Su colección denominada La Celebración, parte de una investigación de sastrería tradicional tanto occidental, como oriental, el patronaje de cada prenda resaltó las diferencias y semejanzas de ambos estilos y dio como resultado cortes y estructuras que resaltan con exageración ciertas partes del cuerpo y al mismo tiempo desdibujándolo. Como contraste trabajó con lanas pesadas mezcladas con satín y algodón. La gama de color comenzó con los colores claros, beige, manteca y perla que muta al gris, pasando por negro y acentos en rojo y naranja.
El folclore de Vicky Otero
Al igual que la campaña publicitaria del BAFWEEK, la diseñadora Vicky Otero se inspiró en el “folk” Argentino, los trajes de sus personajes más típicos como el gaucho, las señoras de pueblo que llevan su escarapela de la virgen y la bandera Argentina se mimetizaban como atuendos más contemporáneos y de ciudad.
Como siempre se destaca en su factura el manejo del volumen en los hombros y en el vuelo de las faldas, que iban a la cintura, las siluetas de los años cincuenta siguen siendo fieles a los diseños de Otero esta vez con pliegues y cortes en la misma tela.
Para esta propuesta la paleta monocromática en negro tuvo toques de color en rojo vivo. El estilismo inspirado en los gauchos, con sombreros de fieltro, zapatos acordonados, borcegos y elementos que simulan el típico chiripá o poncho puesto encima de las piernas estuvo acompañado del ritmo de música folclórica y coplas lo que hizo que todo el desfile tuviera una atmósfera autóctona. Una vez más, impecable!