DAHLIA NOIR

Fleur Fatale
Una fragancia de fantasía. Las notas empolvadas evocan la suavidad materna, la feminidad tradicional, generosa y protectora. Notas que se caracterizan por su valor sentimental. El chipre floral construido a partir de la rosa, el lirio y la mimosa, se enriquece con facetas amaderadas decididamente modernas, al igual que la entretela de una prenda de alta costura. El sándalo y el pachulí, combinados con el haba tonka, aportan una profundidad amaderada a la trama empolvada, volátil y acariciante de la fragancia.

Capta la luz

Esta faceta revela un aspecto más luminoso, más afrutado. Sobre la piel entabla un diálogo íntimo, como una caricia increíblemente suave. Aunque siempre intrigante y misteriosa, su estela libera instantáneamente notas aciduladas de mandarina, cedro y melocotón. Revela de entrada una textura olfativa suave y voluptuosa, como una fruta perlada por el rocío de la mañana. El corazón de rosa prevalece con sus facetas amaderadas y el pétalo de la rosa y su frescor se ponen de manifiesto mezclándose con el espíritu efusivo de la pimienta rosa. Por último, un halo de ámbar carnal, vainilla suave y sándalo casi místico ofrece a la composición una sensualidad a flor de piel.

Maria Carla Boscono, musa de Ricardo Tisci