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Allí nos encontramos con fórmulas de creación y financiamiento que vienen de tiempo atrás, como las colaboraciones entre comunidades artesanales y diseñadores, y los patronazgos a diseñadores por parte de empresas privadas, con marcas de ámbitos distintos al de la moda. Esto último es clave porque sin ese patrocinio difícilmente existirían las pasarelas y estas son el lugar por excelencia para la visibilidad mediática de los creativos de la moda.
Los top 6 de Colombiamoda 2022
1. Los diseñadores y sus patrocinadores
Este 2022 se contaron: Coca-Cola con Juan Pablo Socarrás, Vivo con Alado, Laura Laurens, A New Cross y Priah, o Ultra Air con Camilo Álvarez, por mencionar algunos. Sin embargo, el apoyo del Ministerio de Cultura a la colección Feliza, de Diego Guarnizo, es significativo porque sugiere un interés gubernamental en el lado creativo y transformador de la moda, y aunque ya lo ha sido para gobiernos locales es clave que lo sea para el gobierno nacional, a través del MinCultura, pues con financiamiento estatal podrían ampliarse las posibilidades para el desarrollo de la moda colombiana.
2. Los nuevos nombres de la Moda Colombiana
Por otro lado, aparecen “nuevos” nombres en la escena, si bien son proyectos de tiempo atrás su participación en la pasarela de Colombiamoda es relevante porque esta es un espacio de legitimación de la moda colombiana. Entre esos nombres destacan Tarpui y Zorro Gris, dos marcas impulsadas por el proyecto Mujeres transformando la moda, del Banco de Bogotá. La primera, presentado una serie de prendas caracterizadas por la experimentación con teñidos vegetales, como parte de su compromiso con la sostenibilidad social y ambiental. La segunda, con prendas amplias y fluidas, de colores sólidos y simbólicamente opuestos (azul y rojo), y orientación genderless; hay ahí un vínculo entre prendas vernáculas como la ruana y sastrería desestructurada que recuerda a las chaquetas masculinas de los años 1980.
3. Las marcas masivas
Las marcas masivas cuyo presupuesto les permite grandes montajes, aparatajes publicitarios y relaciones públicas estuvieron presentes de nuevo. Gef este año se vinculó a la fundación El Arte de los sueños, del cantante Maluma; en rueda de prensa, Lucety Carreño, de El Espectador hizo una pregunta de la que, personalmente, esperaba una respuesta más amplia. ¿Qué es la moda para Maluma? Y la esperaba porque estábamos ante una figura que se ha movido duro y fino en escenarios mundiales de la moda, por sus vínculos con Versace, Balmain o apariciones en la gala del MET.
Pero me quedo con el comentario del cantante, según el cual con esta colaboración quería compartir un poco de sus experiencias en la moda con los de su propia casa, Colombia. Contó del proceso creativo y la vinculación de los niños de la fundación en dicho proceso, como una experiencia ajena a los muros de una oficina de diseño y más bien como un momento lúdico en los jardines de su sonada mansión; sin embargo, todos sabemos que los cantantes no necesariamente “diseñan”, estrictamente hablando; más bien, lo primordial de estas alianzas es el alto impacto promocional que generan para la marca y la expectación que crean entre el público.
Básicamente, todo el mundo quería ir al desfile de Gef. Y el espectáculo, como ya es costumbre, fue monumental. Soñamos con que la próxima invitada sea Karol G. para así complementar la tripleta: J. Balvin, Maluma y la Bichota. Más que la colección en sí, admiramos el rumbo que se le dio al estilismo para el desfile, donde las prendas no se catalogaban como masculinas o femeninas sino como básicos intercambiables para el que se los quiera poner.
4. Streetwear 2022
El streetwear tuvo otro momento cumbre con el desfile de True, y aunque no fuimos invitados seguimos su desarrollo e hicimos fuerza positiva para que no lloviera. La totalidad de los modelos con el pelo rosa creaba una unidad visual bellísima, evocando una especie de hermandad juvenil movida por la música y el estilo. A eso se suma la locación, el puente de La 4 Sur, en Medellín, un lugar de grafiteros sin contrato (o sea, de los cool) y punto de reunión de skaters y exploradores de otras dimensiones sicotrópicas. En resumen, un hit! pues la marca tiene una conciencia del valor de las imágenes que resulta ejemplar. Y si de casting “incluyente” hablamos, la muestra más clara es True.
5. Los diseñadores consagrados
Tres consagrados en su oficio, María Elena Villamil, Andrés Pajón y Camilo Álvarez. Para Arkitect, Villamil desarrolló “El tiempo de las orquídeas”, una colección en tonos de rosa, verde y blanco, de algodón con estampados mono y bi-cromáticos de orquídeas y hojas hechas a trazos de acuarela; un detalle admirable son las manchas de acuarela en el estampado, mostrando la acción manual del ilustrador. Es de esas colecciones que muestran cómo la moda serial y “más clásica”, siempre tiene espacio para renovarse y mantener su belleza.
En el desfile de Andrés Pajón el ambiente era intimista y la hora de inicio lo hacía todavía más, a las 9am, en la galería Duque Arango con la obra del maestro David Manzur en sus paredes. Sillas negras marcadas con caligrafía dorada y hasta pitillos dorados para las bebidas, cada detalle calculado. Luego el desfile, un despliegue de bases textiles relucientes, técnica impecable y citas a clásicos de la historia de la moda, como los drapeados à la madame Grès, los cortes al estilo de Vionnet, y siluetas transitando entre los años 1920 y 1970. Todo con ese aire de glamour, como de estrella en alfombra roja, que ha caracterizado a la firma. Para el cierre, el equipo del taller desfilando en unas prístinas batas blancas, proyectando así el empeño y experticia puesta en cada pieza. Esta vez, la joyas fueron de Alma, célebres por inmortalizar como nadie flores y follajes en metal fundido.
Por su parte Camilo Álvarez, usando el denim de la compañía brasilera Vicunha, presentó una abstracta reflexión sobre el autocuidado como vía para la prevención del cáncer. En concreto, una serie de prendas que ratifican su compromiso con repensar el patronaje y subvertir el orden de la ropa, como en las chaquetas de cuatro mangas de las cuales dos se vuelven “cinturones”. Son prendas que también exaltan sus capacidades como ilustrador. Esa conciencia del diseñador-dibujante salta a la vista tanto en sus ilustraciones que estampa en las ropa como en las líneas y los puntos agregados a los looks. Mientras tanto, las botas industriales, intervenidas con pintura que se desvanece hasta las medias, generan un peso visual que contrasta con la levedad y fluidez de las prendas. Vistos en fotografías, sus modelos y looks son la materialización de sus ilustraciones.
6. Los visionarios
Finalmente nuestra ovación va para la pasarela de cierre, Vivo + Unique con el trabajo de unos visionarios. Hablamos de Alado, A New Cross, Laura Laurens y Priah, ellos rompen cualquier preconcepción sobre la moda colombiana, latinoamericana y sus tropicalismos. Muestran un trabajo de producción pausada, reflexiva y experimental, con un depurado horizonte estético que les pone un pie en la plástica y, por tanto, en lo altamente simbólico. Además de hacer un trabajo articulado al discurso de una moda consiente, tanto en sus métodos de producción, procesos sociales y materiales empleados. Esas cuatro colecciones requerirían un capítulo aparte.
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