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NOMINADOS OSCAR 2020 A MEJOR VESTUARIO: nuevas miradas
The Irishman – Sandy Powell y Chistopher Peterson
Los diseñadores Sandy Powell y Christopher Peterson no son extraños a darle vida a través del vestuario a múltiples personajes de Martin Scorsese; su particular visión se ha distinguido en producciones icónicas del director como Wolf Of Wall Street y The Departed. Para la historia de The Irishman, la cual se centra en el relato de un camionero que se convierte en asesino a sueldo para una vasta familia de mafiosos y criminales, el principal reto de esta dupla fue contar a través de cinco décadas un tipo de lección magistral de historia de la moda masculina del siglo XX. Empezando en la década de los 50, los trajes a la medida son protagonistas, transformándose de manera impecable entre siluetas, colores y materiales y dando cuenta a la vez, de marcados contrastes de clases sociales a través de la ropa.
Jojo Rabbit – Mayes C. Rubeo
La mexicana Mayes C. Rubeo ya cuenta con un logro histórico, convirtiéndose en la primera latinoamericana en ser nominada en la categoría de Mejor Vestuario. Conocida por su trabajo en películas como Apocalypto, Avatar o Thor: Ragnarok. Significó entonces todo un reto recrear la historia de un pequeño fanático de Hitler, que incluso se presenta como su amigo imaginario, durante la Alemania Nazi, debido a la precisión histórica en cuanto a la moda del lugar y la época. Colorida y entrañable, Jojo Rabbit es narrada a través de los ojos de un niño de 10 años, por lo que el color juega un papel fundamental en el diseño de su vestuario, basado por supuesto en las líneas militares, en un juego de tonos cálidos y sombríos que representan el camino de Jojo, en su proceso de entender la guerra y sus múltiples facetas.
Joker – Mark Bridges
Cuando Mark Bridges aceptó la tarea de diseñar el vestuario de la nueva y cruda versión de Joker, siempre supo que no se basaría en referencias anteriores del archienemigo de Batman. Le parecía una mirada algo artificial para representar un relato psicólogico que le da un giro alterno a las viñetas clásicas de los historietas. Ganador de dos premios Oscar en esta categoría, por su trabajo en The Artist y Phantom Thread, el mayor reto del diseñador era claro: la creación de un look contundente, y con la ambición de convertirse en icónico, de un personaje de alta importancia tanto en el mundo de los superhéroes como en la cultura pop, desde el colorido y caricaturesco personaje de Jack Nicholson a la estética punk del Joker de Heath Ledger; en el juego de color y la inspiración de prendas vintage deterioradas, el Arthur Fleck en la piel de Joaquin Phoenix toma esta vez una estética que deriva de colores y trajes propios de los años 70, traídos a un contexto social que se traduce en cada prenda.
Little Women – Jacqueline Durran
Con siete nominaciones en la categoría y un premio Oscar por Anna Karenina, la inglesa Jacqueline Durran es bien conocida por sus interpretaciones magistrales en películas de época. Una de sus virtudes es la de crear prendas que se convierten en referentes instantáneos de los filmes que representan. A la mente llega el vestido verde que luce Keira Knightley en Atonement o la reinvención del conocido traje amarillo en la última versión de Beauty And The Beast. Para Little Women, dirigida y adaptada por Greta Gerwig del clásico literario del mismo nombre, fue fundamental la visión de la directora para crear un vestuario que se toma ciertas licencias estilísticas en cuanto a la estética propia de mediados del siglo XIX y optando por prendas que reflejaran la personalidad de los personajes, usando paletas y siluetas distintivas para cada uno, tomando estilos de distintas épocas y orígenes para darle vida a una historia que por décadas se ha adaptado y reinventado en el cine, definiendo así múltiples generaciones.
Once Upon A Time…In Hollywood – Arianne Phillips
1969. El año que inspiró a Arianne Phillips, diseñadora de vestuario de la última aventura de Quentin Tarantino, Once Upon A Time…In Hollywood y que, dentro de la historia de la moda, ha representado un punto de giro, de cambios y pluralidad. La ciudad de Los Ángeles también se convirtió en un referente importante para la diseñadora, creando una paleta de colores cálidos siempre presente en las prendas de cada personaje y fusionándose con la visión detallada del director. Más allá de recrear tendencias propias de la época, el trabajo se Phillips se destaca en la capacidad de recrear exactamente las ideas originales de Tarantino, en la creación de una de sus películas más personales, en el estudio minucioso de un período en el tiempo, en el que la moda se convertía en símbolo innegable de libertad.
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