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a diseñadora momposina tuvo la responsabilidad de cerrar esta última edición del Bogotá Fashion Week 2019. Su colección nuevamente le apostó a la sastrería y se arriesgó con estampados audaces en bloques de color.Como es habitual con Faride Ramos, la exploración y el juego de cortes, asimetrías y siluetas del armario masculino se conjugaron y transformaron para dar paso a una idea contemporánea de feminidad.
El desfile comenzó con un look andrógino, blazer y pantalones sueltos que representaron las posibilidades infinitas entre lo que se define como masculino/femenino actualmente.
Faride Ramos se inspiró en el trabajo de creadores japoneses quienes a partir de un afilado patronaje en sastrería deconstruyen para dar nuevas formas.
La colección tomó como base los abrigos largos y chaquetas para transformarlos y crear nuevas prendas como vestidos con tirantes y mangas, que vienen de cierres y broches característicos de una chaqueta.
Las cinturas marcadas, con pliegues y nudos también estuvieron presentes en la colección, así como siluetas amplias tipo oversize.
Por otra parte, los volantes y las mangas largas también fueron protagonistas.
Los colores neutros como el gris y el beige fueron fundamentales en la propuesta, pero se combinaron con tonos más vibrantes como naranjas oscuros, marrones, violetas, azules y tonos pastel.
Finalmente, Faride Ramos integró lentejuelas y plumas para suavizar y ornamentar delicadamente a esta mujer moderna para la cual está diseñando.
Alejada de inspiraciones locales, Faride jugó con el concepto de sastrería tradicional, que toma influencias del lejano oriente, y convirtió el vestir latino en algo universal.
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