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a velada de cierre del Bogotá Fashion Week 2018 (BOGFW) tuvo como protagonista al diseñador Juan Pablo Socarrás donde al igual que la fecha del año en curso 26 de Abril, 26 fueron los looks con los que su oda al refinamiento titulada las Costuras del Alma, también supuso compartir un cambio que para alguien de a pie quizás puede ser visto sólo como algo nominal – Socarrás – aunque en realidad se da en ocasión al crecimiento y aprendizaje que la marca ha tenido hasta la fecha.
¿Cómo se expreso a través de la indumentaria ese llamado de las Costuras del Alma? Uno de los rasgos que marcan una diferencia notable con Juan Pablo Socarrás con respecto a sus pares en el ámbito local, es cómo la vocación de contar historias en el marco de su familia tiene un arraigo tan significativo en su sentir creativo, que una vez más siendo fiel a ese espíritu en esta ocasión la historia que cobro vida a través de la indumentaria fue la de su abuela Graciela Piñeres de Gutierrez.
Dentro de las construcciones elementales que acompañan este ecosistema que nos converge – la moda – se suele pasar de forma habitual por la máquina de coser, donde la misma no sólo nos puede evocar fuerza de trabajo, técnica, y por qué no hasta convicción, en el caso de Graciela la maquina de coser fue la herramienta que le permitió entre puntadas trazar una senda de bienestar para su familia numerosa.
Bajo ese orden de ideas en las 50 prendas sobre las cuales tomo cuerpo este relato, cabe señalar que en esta oportunidad dicha historia sólo se contó para el público femenino, más eso no supuso abandonar el universo masculino pues sus códigos estuvieron presentes en siluetas y técnicas de sastrería donde posteriormente gracias al diálogo recurrente que entabla Juan Pablo Socarrás se percibe la acción de la maquina de coser y la acción manual (como los pespuntes, bordados de tela sobre tela, y diferentes técnicas hechas a mano) con lo cual sigue afianzando ese rasgo muy característico en su trayectoria creativa.
Ahora bien qué más se tejió en ocasión a las Costuras del Alma y con ello los espectadores del desfile pudieron conectarse con esas costuras que enriquecieron el espíritu y bienestar de Graciela, me atrevo a afirmar que unas de las puertas con la que esta historia desde la estética tomo fuerza fue con la mezcla de materiales suaves y rígidos, entre paño, tul y lana integrando la técnicas artesanales y manuales fijando una notable la atención en las prendas; ante la posibilidad real de sumar dichas creaciones a un fondo de armario auténtico, llamativo y sofisticado.
Una propuesta estética como la que enseño Juan Pablo Socarrás con las Costuras del Alma, también resulta oportuna para que la mujer colombiana pueda aventurarse a otros ejercicios estéticos donde su carácter femenino no pasa y termina por envasarse al vacío, para así poder ser reconocida como tal, donde el auto reconocimiento como punto de partida ya puede construirse a través de otras miradas e universos estéticos;
La propuesta de Juan Pablo Socarrás puede sumarse con acierto en esa construcción de una matriz estética femenina distinta y contemporánea, de origen colombiano.
Las Costuras del Alma estuvieron acompañadas por la complicidad de los accesorios en joyería por parte de Faoba, y en el calzado con una de las protagonista del apartado del cluster de calzado y marroquinería de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) Fifí y Mugre donde como ya lo ha hecho antes, su relato salió enriquecido bajo la compañía de estos pares creativos.
Finalmente consolidar una trayectoria y una huella en el ámbito creativo, no es para nada una tarea sencilla, sin embargo en esta carrera que a veces parece de obstáculos una de las aspiraciones más recurrentes que se dice fácil y no lo es, es encontrar una voz y un estilo propio, con las Costuras del Alma – Socarrás – va enriqueciendo esa búsqueda y ese refinamiento que es capaz de traducir de un lenguaje oral (narrativo – todas las historias de su familia) en algo tridimensional en este caso prendas; que son capaces de alzar la voz con carácter, autenticidad, y sobre todo ahora sus costuras en 2018 tejen una nueva forma de mirar las expresiones de la indumentaria para una mujer, y así como Graciela Piñeres de Gutierrez en el momento de re construir su vida, lo hizo con determinación, valentía y sobre todo con la máquina de coser como cómplice coció una vida distinta al libreto dispuesto para su época.
El universo estético de Juan Pablo Socarrás siento que honra perfectamente esa posibilidad de desmarcar esos códigos rígidos que aún constriñen a la mujer, en sus búsquedas de estilo e identidad.
Hasta la próxima historia….
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Juan Pablo Socarrás recibió el premio Women Together en Nueva York
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