Negocios con el Corazón: moda sostenible

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Una cita que tenía Valentina Palacios a las 10.30 a.m. con las mujeres que fabrican las piezas de su marca Fe Handbags, se convirtió en una espera de una hora y el aplazamiento del encuentro. Las artesanas, todas de la etnia embera, viven a un ritmo diferente. El tiempo suyo no lo mide el reloj sino el sol, entonces, si está oscuro, quiere decir que no es hora de levantarse aún.

La diseñadora se arriesgó a conocerlas, a entender las costumbres de estas mujeres indígenas del Chocó, desplazadas de su territorio y que viven en Medellín en situación de calle y creó una marca social, Fe Handbags, en la que ellas aportan su saber tradicional para fabricar bolsos y accesorios.

“A pesar de lo poco que tienen estas mujeres, hay algo que siempre las acompaña: la fe, no necesariamente ligada a una religión específica, sino a la creencia permanente de que las cosas van a mejorar”.

Con esta inspiración, Valentina emplea a seis mujeres que han mejorado su calidad de vida. Sus hijos estudian y ellas encuentran la manera de darles sustento a sus familias. Aunque les cuesta, se adaptan a la vida en la ciudad, mientras las piezas de lujo artesanal que ayudan a crear, viajan miles de kilómetros, por medio de la tienda virtual de la marca, en la que han comprado clientes de Estados Unidos y Canadá, principalmente, y hasta de Alemania. “Europa representa un mercado muy interesante, porque existe un consumo consciente y lo que queremos es dar a conocer que lo que compran se trata de una pieza elaborada por mujeres indígenas artesanas”, menciona Valentina.

“Ellas me aportan desde su sensibilidad como personas y me han permitido desarrollar una visión más amplia desde todos los aspectos”, reconoce.

Como este, crecen los modelos de negocio que además de ser rentables, generan un beneficio social, una tendencia que cada vez toma mayor auge en la economía mundial, y que poco a poco deja de ser considerada una visión cándida del comercio para darle paso a la convicción de la necesidad de emprender iniciativas que beneficien a las personas que más lo necesitan.

Valentina Palacios participó con su marca Fe Handbags en Épica: Reto de innovación y tuvo estand en Vogue Talents Corner de Colombiamoda 2017 y BCapital 2017.

Empresas sociales

La fórmula es la innovación social que trasciende la responsabilidad social. No se trata de ejercer la filantropía con comunidades utilizando parte de los beneficios que obtienen las compañías, sino de fomentar el desarrollo sostenible para generar emprenderismo y beneficios, y que estos sean reinvertidos en la misma empresa o en la creación de nuevos proyectos.

“Yo les digo a los empresarios que en vez de regalar dinero lo inviertan en un negocio social, para que ese dinero haga el mismo trabajo que cuando uno hace una donación, pero que se recicle”, afirma Yunus en el libro Crear o morir, de Andrés Oppenheimer,

y en el que se cita la noción de empresas sociales sin fines de lucro.

Por su parte, Vivimos Pacíficamente, marca creada en unión entre el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y Propaís, en su cuenta de Instagram, @vivimospacificamente, postea fotos de tan buena factura, que no tienen nada que envidiarles a las de marcas con trayectoria. Un post de Carolina Gómez promociona las ventajas de las prendas de la última colección. Su portafolio es producido por los 600 empresarios que se han vinculado a la precooperativa propietaria de la marca. Cuarenta de ellos mostraron el trabajo de la colección de lanzamiento llamada Volver a comenzar, en un desfile realizado en la última edición de Colombiamoda, con diseños de Juan Pablo Socarrás.

Los confeccionistas son todos víctimas de la violencia reincorporados a la sociedad, que tienen la oportunidad de ser empresarios que reconstruyen tejido social bajo la esencia de la solidaridad, la unión y el trabajo en equipo, con el fin de fortalecer el proyecto, para que sea autosostenible y perdure en el tiempo.