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Un repertorio de 30 sofisticados looks inspirados en las vacaciones de su infancia, en espacios evocadores repletos de elementos caracterizaticos del trópico, en los que palmeras y plátanos se mezclaban con el lenguaje y la idiosincrasia Colombiana, en frases divertidas implementadas bajo un contexto actual sobre bordados y estampados. En una paleta de color que pasó de los blancos a los cremas con acentos bordados en verde, pasando por el azul claro al azul agua hasta llegar a palos de rosa con acentos amarillos, sobre siluetas construidas en materiales diversos: orgánicos y naturales, tejidos de punto en algodón y lurex, y en diferentes acabados de denim.
Una propuesta en la que se destacaron los vestidos plisados en nude, las piezas cortadas al láser en forma de hojas de palmera, para ser usadas como cinturón o top sobre t-shirts, las chaquetas en denim verde, índigo y coral con lavados industriales y procesos en destroyed, brillos destroyed y desmechados.
Sin duda prendas que reafirmaron el ADN de su creadora a través de piezas con carácter que desafían las tendencias para imponer un estilo propio, auténtico y cómodo en esta oportunidad magnificamente complementadas por extraordinarios accesorios: flats de pelo con cintas con mensajes alusivos al trópico y las preciosas carteras y aretes de Adriana Tavera.
En síntesis una propuesta refinada, fresca y divertida que nos llevo como lo plasma uno de sus bordados “de fiesta en fiesta” hacia un final feliz.
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