L
Hoy el consumidor ve algo que lo emociona y lo quiere inmediatamente, sin esperar. Si no lo encuentra en una marca, lo buscará en otra sustituta. Este comportamiento ha llevado a que firmas globales como Burberry, Tom Ford y Tommy Hilfiger tomaran la decisión de poner en simultánea -–-en las tiendas y en desfiles– sus colecciones Otoño-Invierno 2016/2017.
Antes, una colección tardaba cerca de seis meses para saltar de la pasarela al punto de venta. Los desfiles de moda eran una forma de buscar asesoría entre los compradores de las grandes tiendas y de la prensa, quienes ayudaban a determinar qué faltaba y qué sobraba en las colecciones, sin embargo, hoy esta manera de operar se ha modificado.
Esta transformación ha generado cambios estructurales en las marcas: el riesgo se incrementa y los procesos creativos y productivos tienen que ser desarrollados con antelación. No son muchas las marcas que han empezado una nueva manera de hacer las cosas, pero lo que sí está claro para todas es que hoy el consumidor de moda es lo primero.
Los diseñadores colombianos no son ajenos a lo que sucede en el mundo. Si bien sus empresas son pequeñas y el mercado también, han explorado modelos de negocio y combinaciones para afrontar las nuevas realidades y enfocar sus estrategias, como parte del Sistema Moda.
María Luisa Ortiz, Ricardo Pava y Camilo Álvarez, entre otros, han venido trabajando en la estrategia de ver ya, comprar ya. De hecho, para sorpresas de muchos, los diseñadores nacionales tradicionalmente le han apuntado a ese concepto.
Ellos presentan sus colecciones en cualquiera de los eventos de moda en el país, pero al otro día tienen su colección en el punto de venta, lista para venderla. Sin embargo, es importante aclarar que varios diseñadores no sacan una producción en serie de la colección, sino que venden el muestrario que presentan en la pasarela. Para promocionar sus colecciones, dependen de los diferentes eventos que se dan en el país. Si no tienen esta posibilidad, desarrollan pequeñas cápsulas para renovar su tienda.
Otras diseñadoras como Silvia Tcherassi, Johana Ortiz, Francesca Miranda o Renata Lozano, que venden sus prendas en puntos de venta, boutiques o a través del e-commerce, programan y producen sus colecciones con antelación de acuerdo con las temporadas de moda.
Uno de los modelos más rentables para los diseñadores es producir a la medida, principalmente para los universos de gala y novias, que cada día aumentan más. Esta alternativa dinamiza su negocio y les da la posibilidad de crecer.
Los modelos son muchos, lo claro y lo gratificante es que, sin importar su tamaño, hoy los diseñadores colombianos están logrando su espacio y reconocimiento nacional e internacionalmente por su talento y creatividad.
La industria se mueve rápidamente y es importante estar atentos a la evolución de las empresas de moda en el mundo.
¿Qué piensas acerca de esto?
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.