C
on esta colección titulada “I am an individual”, Polite ratificar uno de los pilares fundamentales sobre los que se sustenta la marca: el individuo como elemento de empoderamiento y las búsquedas individuales. Para ello, Carlos Polite, director artístico, tomó dos elementos que hablan de su espacio y su entorno familiar, el estampado de camuflaje y los lunares o puntos, los cuales hacen relación a aspectos de sus dos nacionalidades y a su percepción sobre dos hechos coyunturales la paz y la inclusión.
En primera instancia, Colombia, un país que está viviendo un proceso de paz bastante polarizado y para Polite hay la necesidad de introducir elementos que dejen constancia de ello en una de sus colecciones insignia; en este caso el print camouflage o estampado de camuflaje tiene otras connotaciones, por ejemplo en colores azules son una representación de libertad y en tonos verde de esperanza, así mismo la colección tiene piezas bordadas y tejidas que hacen referencia al arte precolombino, a las flores asiáticas y a frases que hablan de ese poder de las palabras “I need you” o “I am beautiful” que ratifican el empoderamiento de un ser humano que no teme necesitar del otro o que su belleza es ser diferente. Para la firma Polite estos sellos de estampación y bordados hace parte fundamental de su ADN, especialmente el uso de frases sugestivas, colocadas en partes especiales de un pieza de vestuario. Este empoderamiento se ve reforzado en las prendas con imágenes de indígenas colombianos de diferentes etnias, que ratifican no sólo la belleza individual sino que además han sido unas de las principales víctimas del conflicto armado en el país.
En segunda instancia y para refinar esta sinergia de elementos autóctonos y coyunturales de su país Colombia, Carlos Polite usa los lunares o puntos como un elemento festivo que invade el print camouflage :
No es un print para la guerra, es un print para La Paz.
En índigo y algodón la colección gira o tiene como eje central una frase magistral de un poema de Federico García Lorca: “Quiero llorar porqué me da la gana”, frase que para Polite es como un augurio de un futuro optimista donde las personas lloren porque quieren y no porque los hagan sufrir.
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