LA CONTRA MODA ESTÁ DE MODA

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as ideas y pensamientos pueden ser comunicados a través de diversas plataformas y medios, uno de ellos el vestuario, permite desarrollarse a si mismo comunicando ideales, posiciones y estilos de vida con tan solo presentarse en un lugar. Los directores creativos de las casas de moda, producen cada temporada diversos relatos e historias que cuentan a través de cada prenda y styling dentro de sus campañas y pasarelas. La moda, logra transmitir y comunicar un sinfín de narraciones que se hallan intrínsecas en las prendas de vestir, productos y experiencias a lo largo del planeta.

 

Desde los años 50 se han generado grupos que pretenden enfrentarse a estas historias e ideales que comunican los diseñadores. Estos grupos contra culturales, se oponen a las ideas estéticas con el fin de presentar inconformidad frente a diversas situaciones culturales y sociales de cada época. Los punk, hippies, grunge y rastafaris son tan sólo unos de los numerosos conjuntos que se han enfrentado a las estéticas y pensamientos de cada tiempo. Sin embargo, aunque muchos intentan diferenciarse a través de la moda y estilo de vida, la comunicación de su estética y sus peculiaridades genera que personas que no comprenden ni comparten sus mismos ideales se apropien de sus elementos volviendo masivos los elementos diferenciales.

 

La comunicación de su estética y sus peculiaridades genera que personas que no comprenden ni comparten sus mismos ideales se apropien de sus elementos volviendo masivos los elementos diferenciales.

 

 

A medida que los medios digitales han ido en crecimiento, y que la vida personal y los pensamientos íntimos de las personas han adquirido relevancia a través de las redes sociales, la comunicación de nuevos estilos de vida y pensamientos se ha facilitado. Hoy en día se puede obtener información acerca de cómo se visten, viven y actúan subculturas e individuos de otros países y es asequible cualquier elemento dentro de su estética de modo rápido y sencillo.

Los diseñadores de moda, producto y estilo, conocen la facilidad de inspirarse en el diario vivir de las personas. Observan la comunicación de sus diferencias a través del estilo que marcan en sus redes sociales y su vida. Los creativos conocen el deseo de diferenciación que los jóvenes poseen desde décadas anteriores y es por ello que se inspiran en el street style para la producción de sus colecciones y pasarelas. Los visionarios son capaces de leer los códigos presentes dentro de las culturas y comprender las oposiciones frente a los cánones estéticos y culturales impuestos en pro de su beneficio.

 

 

 

Por lo tanto, han convertido el anhelo de los individuos de ser diferentes y únicos en moda. Una moda, anti sí misma que permite creer a las personas que forman parte de un grupo de dispares con pensamientos y actitudes diferentes. La realidad es que desde que la moda se inspiró en las contraculturas, éstas se han convertido en estéticas diseñadas, que hacen parte de una aspiración de sobresalir del individuo, pero que paradójicamente solo forman parte de un grupo. La búsqueda de diferenciación por parte del individuo funciona de modo paradójico donde el individuo busca salir del común para pertenecer a un grupo donde se encuentra a sí mismo en la similitud que posee con las diferencias del otro.

Los grupos contra moda, en la búsqueda de una identidad propia, hacen parte de un juego donde terminan por convertirse en aquello a lo cual se oponían. La representación física de los pensamientos e ideales diferenciales, para oponerse a la cultura y la moda, la denominada contra moda, está de moda.

Se desea ser diferente porque se ha impulsado ese deseo a través de la cultura mediática, el deseo de diferenciación y personalización es simplemente una idea de consumo, una tendencia que busca hacer todo distinto, sin embargo, ese hacer distinto es deseado por la mayoría, ese ser dispar es lo que está en tendencia. El ser diferente se ha rentabilizado al convertirse en la inspiración de las propuestas actuales que solo buscan aumentar ese anhelo de diferenciación que todos hemos comprado.

 

 

 

El ser diferente se ha rentabilizado al convertirse en la inspiración de las propuestas actuales que solo buscan aumentar ese anhelo de diferenciación que todos hemos comprado.