E
n esta colección Carlo Carrizosa partió del concepto de dualidad y deconstrucción, del juego frente al espejo para crear siluetas y formas. La base fue la dinámica entre lo exuberante y lo contenido, “cuando veo a una amiga mirándose en el espejo, veo la constante lucha sobre qué tanta piel mostrar, qué tan austera se quiere ver, qué tan reveladora quiere estar…”Una colección sofisticada y depurada que representa a una mujer urbana, elegante sin esfuerzos, sensual sin pretensiones y enamorada del trópico de la ciudad dónde habita. Líneas limpias y con volumen dan innovación al complejo y cotidiano duelo entre lo masculino y lo femenino. Es así como blusones de su abuela de estilo victoriano se reinterpretan con siluetas deportivas. Cada pieza pasa del día a la noche gracias a sus opuestos: austeridad vs. exuberancia, sensualidad vs. frialdad.
“Esta colección me hace muy feliz, porque fue creada tranquilamente, sin apuros ni presiones de concursos o presentaciones en pasarelas”. Confiesa Carlo quien se destaca por su abstracción de la camisa masculina y por la mezcla de lo urbano y caribeño. Su proceso creativo permite alejarse de los estereotipos de estilos y sobresale la yuxtaposición sutil de referentes.
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