JORGE LIZARAZO: El Tejedor de Lujo y Tradición con Hechizoo

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n el año 2000 un arquitecto se dejó maravillar por la sensibilidad visual con la que percibía Bogotá, la ciudad que está llena de gente y texturas, colores y olores, la que se encuentra en el barrio 20 de julio donde ubicó su sede de trabajo. Desde allí elabora los más arrolladores tapetes y textiles tejidos a mano por su equipo de artesanos que trabajan con más de 2,000 fibras y  llevan a gran escala la creatividad y el lujo de este diseñador de interiores. Su trabajo cubre las superficies de los lugares más lujosos de planeta y por eso en Fashion Radicals hablamos con él: Jorge Lizarazo, el creador de Hechizoo.

Fotos por Sergio Mantilla 

 

¿Cómo nace Hechizoo y por qué ese nombre?

Cuando yo cree esto, cuando era solo una idea, lo primero que pensé fue que no podía hacer esto solo sino que tenía que tener un grupo de trabajo que pudiera realizar las ideas que tenía en la cabeza. Luego pensé que no quería que la marca se llamase Jorge Lizarazo, ni Lizarazo, ni nada en esa dirección, porque de alguna manera siempre he tenido un gran conflicto con las personas que antes de tener un producto, sueñan en tener un nombre.

En ese afán de querer montar esta empresa, este taller, este laboratorio, que es lo que hoy en día pienso de Hechizoo, encomendé a mi cuñado, un experto en marca, para que pensara en cuál podía ser la solución. Me gustaba la idea de poder usar una o dos letras de mi nombre para integrar un poco de mi esencia, pero en realidad el nombre es el producto de analizar nuestro trabajo y de entender que nosotros transformamos la artesanía tradicional para convertirla en un objeto de diseño.  “Zoo” alusivo a animal y Hechizo refiriéndose a animales encantados nos llevó al nombre y  esa premisa también se convirtió en la base de nuestra línea gráfica. Al final, creo que el nombre lo condensa muy bien porque nuestros productos tienen unas raíces profundas en la artesanía colombiana y latinoamericana que se mezclan con otras referencias que se van dando en el camino.

 

 

¿Cómo nació esa pasión con el universo textil?

Mi abuela tenía una miscelánea en Anolaima, Cundinamarca y cada vez que mis papás peleaban, ella y yo nos subíamos a un bus y nos íbamos a Anolaima a ese almacén llamado “El Amigo”. Allí llegaban campesinos de la pequeña o grande sociedad de Anolaima a comprar telas para coserse su ropa, en esa época todos hacían sus propios vestidos. Por el otro lado mi abuela paterna tenía un taller textil, así que las referencias textiles siempre me rodearon y la cercanía a los textiles siempre marcaron mi vida.

Años después, luego de estudiar arquitectura y trabajar con arquitectos muy importantes, volví a Colombia y me encontré trabajando en una arquitectura muy aburrida.  Mi papá tenía una constructora y yo llegué a trabajar en un proyecto de vivienda en la 93, pero después de llegar de Europa donde trabajé en museos, universidades, bancos de inversión, etc.  fue un cambio brutal para mí,  así que poco a poco me centré en el interiorismo y comencé a identificar la dificultad de poder tener acceso a telas, a tapetes, lo único que se conseguían eran tapetes persas, así que empecé a sentir que tenían que haber más cosas para hacer y usar. Entonces diseñé telas con tejedores locales como Liliana Jaramillo o Carlos Vera y ejecutábamos tapetes para mis clientes. En un momento Liliana me dice: ¡Jorge, no quiero trabajar más haciendo muestras, porque me toca hacer muchos metros! Y ahí me sugirió que yo aprendiera a tejer y cuando salió mi primer producto me di cuenta que esa iba a ser mi vida.

 

 

 

 

¿Para ti cuáles son los aspectos más importantes del diseño interior?

Nunca me habían preguntado esto pero si es una reflexión que tengo constantemente, pero voy a cambiar un poco la pregunta a: ¿Cómo ser original en el diseño? y en especial en un producto en el cual se ha hecho tanto a lo largo de la historia. Yo creo que lo importante es tener un ojo muy curioso que puedas ver referencias, ver texturas o que puedas interpretar lo cotidiano. Creo que lo más importante para cualquier persona que se dedique al diseño, sea cual sea el apellido de su rama, es que tenga esa curiosidad y esa facilidad para interpretar momentos de su vida y volverlos parte de su carrera. En el diseño es importante saber que todos los que diseñamos tenemos un proceso que debe ser respetado, que la originalidad no es colgarse de las ideas de los otros sino crear sus propias ideas y esa es la clave del éxito para un diseñador: tener por supuesto sus referencias muy claras sabiendo que lo que uno hace, no es la primera vez que se hace, pero siempre ver cómo se puede ser original.

 

 

¿Cómo es tu proceso de diseño?

Depende de cada cosa, la gran mayoría de patrones que desarrollamos tienen un proceso muy largo, tenemos en este momento más de 300 patrones con los que hemos trabajado. Nunca repetimos más de 15 veces el mismo patrón, eso nos obliga a tener una continua curiosidad. El cómo desarrollamos un patrón, tapiz o tela requiere conocer mucho al cliente, el espacio de trabajo y saber qué materiales y qué referencias queremos utilizar para un proyecto, pero la gran mayoría de la información nos llega del cliente y lo que hacemos es transmitir sensibilidades.

Los tapetes tienen una historia parecida, pero tenemos un recorrido más grande y nos reconocen por ese recorrido, entonces hay referencias más claras sobre nuestro trabajo. La gran mayoría de proyectos nuevos que hacemos se demoran mucho tiempo, justo ahora tenemos un proyecto que llevamos desarrollando 8 años y hasta ahora nos está dando los resultados que queremos. Yo siento que ninguno de los procesos creativos de las personas exitosas son gratuitos sino que tienen raíces, y de la misma manera esas raíces generan credibilidad en el público.

 

 

¿Qué tipo de libros te gustan?

Creo que la moda y el textil con el interiorismo están muy relacionados, entonces la gran mayoría de libros que tengo son de moda, de aquellos grandes personajes de la moda, grandes creadores de textiles, muy visuales.

 

 

¿Cómo es un día en tu vida?

Me levanto de una cama deliciosa y comienzo a empaparme de lo qué pasa a través de la radio. Después de alguna manera en esta ciudad, me comienzo a hacer el ciego hasta que llegó a las partes que realmente me aportan algo, y digo esto porque siento que en el norte de la ciudad vivimos en una burbuja que no es la realidad de este país, pero que tan pronto se sale de esa burbuja comienzo a encontrar uno color, una textura y a la gente, puede que encuentre mugre, puede que encuentre desorden, puede que encuentre huecos y un montón de cosas, pero todas las referencias que necesitamos para los proyectos pasan a mi lado, caminando y dándome cuenta que esa es la vida y que hay que interpretarla. El color del centro y sur de Bogotá, por ejemplo.

 

 

¿Cómo ves el futuro de los textiles?

El diseño ha sido marcado por estilos y escuelas que se fueron dando, pero en un punto en la historia se rompen las escuelas, se rompen los estilos y sencillamente uno encaja dentro de cosas que pasan o no pasan. Durante mucho tiempo los creadores textiles fuimos neutros y pasábamos desapercibidos, pero si eso fuera la única verdad casas como Missoni nunca existirían, ellos nunca fueron neutros y son una referencia clara de romper patrones. Yo creo que lo que vamos a ver es un poco más de democracia en el diseño y cada uno va a decidir qué quiere hacer, a nosotros nos reconocen por el metal, por el color y otra cantidad de cosas. ¿Qué hacemos hoy en día? No sé cuándo empezamos a trabajar con 3 fibras, pero hoy tenemos más de 2,500 y seguimos ampliando la biblioteca, queremos llegar a tener un millón de fibras.