S
i bien en general las colecciones de hombre suscitan menos interés y generan menos impacto que las colecciones femeninas, la verdad es que siendo presentadas precedentemente, se hace muy interesante leer entre líneas las hipótesis de lo que podrían ser más adelante las colecciones de mujer, convirtiéndose en una especie de anteprima, de un primer boceto del cuadro definitivo de las macro-tendencias de la temporada.
Se hace difícil describir o si quiera denominar tendencias, las que propone una ciudad como Londres, en donde han nacido y conviven estilos tan diferentes como el Punk y el Bespoke (sastrería clásica a la medida), entre otros.
De Londres nunca se sabe lo que se espera, pero lo más probable es que sea una provocación y la temporada primavera-verano 2016 no parece ser la excepción. Dejando de lado el Bespoke es casi imposible etiquetar siluetas y estilos, las referencias son infinitas, el eclecticismo es la constante.
Sin embargo una cosa es evidente: no hay puntos intermedios, los extremos se complementan. Colores como el blanco y el negro, siluetas como la slim y la wide, (adherente y amplia) o conceptos de opuestos en principio como la sastrería aplicada al denim o al loungewear (ropa de casa, piyamas) así como looks que reúnen prendas casuales y formales en uno solo.
Entre otras propuestas se vieron referencias del workwear, del sportswear americano, algunas siluetas con influencias del lejano oriente, otras de-construidas o hibridas, además del kitsch característicamente inglés que en algunos casos desafiaba sus propios no-limites.
Una clara tendencia vista, fué la reinterpretación del vestido clásico de dos piezas en clave slim y en toda clase de materiales, colores fuertes, patrones y estampados all-over, para nada tímidos y además presentes en toda clase de prendas, como es el caso de las rayas, de los contrastes fuertes y bloques de color y los patterns gráficos y geométricos.
Es clara también la influencia de las siluetas de los años 70`s en las vestibilidades slim de estilos contemporáneos, de los 90’s en los loose fit o estilos sueltos y de los 50’s y 80’s en las siluetas amplias y de avant- garde. Así mismo se hace cada vez más manifiesto el look andrógino y la moda unisex.
Llama la atención la inclusión de materiales tradicionalmente femeninos como el encaje en el caso de Burberry, propuesto con gran refinamiento, así como la reinterpretación de los tradicionales modelos en Denim como la chaqueta y el jeans, propuestos en nuevos materiales por la firma Joseph.
Además de las firmas de Bespoke de la tradicional y reconocida mundialmente Savile Row, los shows con las propuestas más relevantes fueron sin duda: Burberry Prorsum y Alexander McQueen.
Para destacar, la linea “A suit to travel in” el vestido para viajar de Paul Smith, realizado con hilos de lana de elevada capacidad de torsión y con acabado impermeable, introducida ya en la temporada pasada y presentada esta vez por un ciclista acrobático que demostraba su adaptable vestibilidad.
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