Tripartita Comunicaciones en la noche del 6 de marzo presentó una muestra colectiva de arte que se nutre directamente del amor. Esta es una exhibición de talento y creatividad, ofrecida por un grupo muy diverso de personas con un propósito común: despertar conciencia.
Empezó tímidamente, con un par de intervenciones en cabezas aparentemente inexpresivas que se fueron llenando de emoción y luego llegaron otras y luego más hasta conformar medio centenar de obras de arte. Esta muestra se lanza en el contexto de la celebración del Día Internacional de la Mujer, porque son ellas la fuente de inspiración más importante de la iniciativa Modo Rosa, impulsada por Tripartita Comunicaciones.
Buena parte del encanto de este trabajo radica en que es la creación de artistas que no lo son, personas de universos muy distintos: ingenieros, comunicadores, cantantes, arquitectos, abogados, estudiantes de colegio, médicos, periodistas… Cada obra trae una composición artística, pero también viene con un mensaje de esperanza y un llamado de atención.
El artista Jorge Franco es creador de una de las cabezas que se presenta en esta muestra. Este pintor afirma que parte del trabajo creativo fue un ejercicio de observación. “Quienes asumimos la tarea de transformar esa cabeza blanca de Icopor, pasamos ratos largos mirándola. La analizamos, la tocamos, le dimos vueltas, la miramos por un lado y por otro buscando la manera de romper con la frialdad del color y del material, hasta cuando llegó el momento en que la cabeza comenzó a hablarnos, a refrescarnos los recuerdos, estableció un diálogo con nosotros y lo mejor de todo, nos puso a reflexionar, nos enseñó, nos confrontó y nos regaló una mirada nueva sobre la vida”.
La idea de intervenir estas cabezas surgió tras la decisión de Lina Hinestroza de no usar peluca durante su proceso de quimioterapia. “Una cabeza fría y blanca, muerta, sin vida. Así era la base de Icopor donde se supone debía ‘dormir’ mi peluca. Me pareció deprimente, sentí que mi pelo, que después estaría en mi cabeza, pasaría una mala noche. Fue iniciativa de mi marido la idea de intervenirlas”.
“La pasión por el arte y un constante deseo por abrazar causas nobles, nos evidenciaron una expresión artística, que partió de sentimientos profundos y se convirtió en objeto de inspiración. Las más variadas disciplinas, unidas a las emociones, a las artes aplicadas y al uso de materiales sorprendentes, trascendieron las barreras del objeto común y se transformaron en insólita propuesta, al convertir en concepto la materia simple y cotidiana”, afirmó la galerista Pilar Velilla, de Naranjo & Velilla, en donde se realiza esta muestra.
El resultado es esta exposición. Una manera de aceptar que la vida tiene muchos tonos y que cuando las cosas están en escala de grises, es necesario tener la cabeza bien puesta. “A todos mis artistas, agradecimientos desde el fondo de mi corazón, agradecimiento total por su tiempo, por poner su cabeza en la mía y por entregarme allí su amor, su energía y sus buenos deseos”, dice Lina.
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