La colección de Beatriz Camacho solo puede ser descrita como Magistral, y es que la diseñadora llegó a la cúspide con los estampados, el trabajo artesanal y la capacidad de yuxtaponerlos entre sí, además de colocar cada grafía en el lugar preciso del cuerpo para que generen un movimiento armónico.
Cámara Lúcida
Entre lentejuelas y seda, Camacho logró crear texturas caleidoscópicas inspiradas en el Art Deco de los años 20 que re crearon a su vez una nueva geometría entre ellas, por su parte los detalles bordados a mano generaron una textura 3D y cada pieza era única y lujosa. Con cada atuendo salían de mi boca solo ¡WOW!!! y entre las voces cercanas se murmuraba: “después de esto, nada más, ya valió la pena venir…”
Y es que si buscamos la palabra Elegancia en el diccionario describiremos perfectamente lo qué es la colección de Beatriz Camacho: gracia, nobleza y sencillez, y con esta ultima palabra me acuerdo de Paola Guevara, Editora del periódico El País de Cali, con quien me encontré a la salida de la pasarela y me comentó lo encantada que estaba de cómo Camacho lograba que tantos estampados se vieran fluidos unos con otros, de cómo la exageración lograba verse sencilla. Así mismo es una colección airosa y bien proporcionada, con exquisitez en sus materiales.
“Fue mucho trabajo” dijo la diseñadora al final de la presentación, a lo que le contesté: “Se nota”. Un trabajo de la mano de Estampamos quienes una vez más se destacan. Igualmente no podemos dejar de mencionar el trabajo de accesorios que son otro fuerte de la diseñadora Cartagenera, clutch de seda con incrustaciones metálicas en cobre, las gladiadoras de caña alta, los zapatos de tacón en pitón y las sandalias con flecos.
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