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eguimos con nuestro especial de #duplasradicals, empresarios independientes y talentosos que trabajan en dúo para crear nuevas alternativas de negocios. Nuestra primera dupla fueron Maya Memovic & Alex Srour creadores de Azulu y St. Dom. En esta ocasión nuestros invitados son Claudia Correa y Francisco Agudelo (Cando) creadores de 902 showroom, una empresa o proyecto de vida, como ellos mismos lo llaman, de mobiliario y decoración que le apuesta al talento, la independencia y la innovación.Claudia Correa y Francisco Agudelo son esposos y son los creadores de “un sueño hecho realidad” llamado 902 Showroom, un lugar comercial donde hay una selección de muebles y artefactos con un alto grado de diseño que satisfacen el estilo de clientes con espíritu joven, personas a las que les gusta experimentar con los espacios y la decoración, además de mezclar para crear un estilo propio: “No nos gusta nada que haga referencia a las tendencias, queremos que cada espacio tenga su propia personalidad, que se lleven una mesa y que cada silla sea de una marca diferente, eso es lo que más nos gusta a nosotros”. Nos cuenta Claudia quien trabajó por más de siente años con la marca de ropa interior Ellipse, pero llegó a un punto en donde quiso hacer su propio proyecto, “soy diseñadora industrial y quería montar algo relacionado con diseño de producto y objetos”.
La pareja empezó en su apartamento, el 902 de un edificio en Medellín, a comercializar objetos y muebles decorativos, la idea era un espacio no convencional que además se adaptara a las posibilidades y alternativas de ese momento, pero seis años después el showroom se expandió y salió del “nido de amor” y pasó a una bodega industrial ubicada en el barrio El Poblado de Medellín y aunque ya tienen un espacio más grande y abierto siempre han querido mantener el mismo espíritu con el que empezaron: espacios únicos y anti-comerciales, en los cuales no hay vitrina, ya que la idea es que el cliente llegue por referencia.
902 showroom se especializa en la comercialización de más de 50 marcas de diseño, una marca propia llama Quinta Edición y otra marca de muebles importados denominada La Revolución Industrial, todas bajo la sombrilla del showroom. Al preguntarles cuál considerarían el fuerte de 902 contestan que son las sillas y las mesas, pero enfatizan que es en la mezcla donde está el secreto: “que tu entres a un lugar y no veas un mismo estilo, sino que te encuentres con opciones distintas, que te atrevas a mezclar, esa es la idea… Sabemos que hay una necesidad de lámparas, de espejos, de mesas, de mesas auxiliares y luego de complementos”. Afirma Claudia.
Para ambos la curaduría de los objetos ha sido un proceso de aprendizaje, “lo que empezó como una miscelánea de productos se fue convirtiendo en un concepto, entonces tratamos de convocar marcas que, primero que todo, cumplan y que tengan muy buen servicio post venta, eso es lo más importante, a veces hay diseñadores que hacen unas cosas muy lindas, pero el proceso después de la venta se va desmejorando, entonces nos gusta trabajar con marcas en las cuales tengamos mucha confianza y en donde se arriesguen un poco en temas de diseño”.
Las más de 50 marcas, dedicadas al diseño de mobiliario y objetos que tienen en el showroom, son de emprendedores nacionales, pues la responsabilidad de 902 es impulsar la industria de emprendedores como ellos, “todos nuestros proveedores tienen los mismos cuidados y a todos les hacemos la misma fuerza de ventas”. concluye Francisco.
Hace poco realizaron su segundo Pop Up en Bogotá y al preguntarles sobre la idea de tener un lugar de venta permanente en la capital, Claudia contesta con un rotundo No, “no va a pasar, creemos en estos formatos, en donde se vuelve una temporada y ya, el que quiere te visita y corre contra viento y marea por llegar, y también porque trabajamos con muchas marcas emprendedoras, entonces es difícil contar siempre con ese inventario”. Actualmente el showroom permanente está en la ciudad de Medellín y en poco tiempo lanzarán su formato online.
Esta pareja se complementa el uno al otro, Francisco desde su experiencia financiera y Claudia desde lo comercial y aunque la curaduría de productos la hacen entre los dos, ella confiesa que es más romántica y Cando, como cariñosamente lo llama, siempre está ahí para recordarle la realidad y recalibrar las prioridades. Este “mach” perfecto tiene un alto grado de buena suerte, pues como la misma Claudia lo confiesa: “tu nunca sabes si vas a hacer complemento con tu socio, el que él tenga conocimiento en algunas áreas y yo en otras facilita las cosas, pero en realidad el ingrediente primordial es la perseverancia; nada sale de una, hay que frustrarse, caerse y volver a levantarse, a veces funciona a veces no, pero sí hay que apuntarle al proyecto en equipo, al sueño“.
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