E
sta diseñadora de modas es una amante de los perros, de hecho durante tres años tuvo una marca de moda para perros llamada Paco donde creaba atuendos y accesorios personalizados para mascotas. Hoy es administradora del negocio familiar, pero Mani, Olvido y Elvira son el amor de su vida.
Fotografía @Lafandi
Ilustración: @nataliaminds
Esta mujer de vestidos negros, gafas de sol extra grandes, labial rojo y un pelo crespo rubio cobrizo, confiesa que su amor maternal es egoísta y por eso optó por tener hijos perros en vez de hijos humanos. “Soy una mujer tímida, alegre y exigente y no quiero ser mamá de seres humanos porque siento que sería una irresponsabilidad de mi parte, no solo porque me creo incapaz de ser mamá de un niño o niña sino porque el planeta no necesita más seres humanos, el calentamiento global y demás efectos negativos en el medio ambiente hacen que la vida en todas sus expresiones sea cada vez más complicada.”
Este sentimiento egoísta, como ella misma lo afirma es tal vez el reflejo temeroso de cuando su hermana fue mamá muy joven y al cuestionarse la decisión de ser madre y sentir curiosidad frente al tema decidió tener a Mani un Crestado Chino que llenó con gran satisfacción su instinto maternal, tanto que a los pocos meses quiso tener más perros: Olvido y Elvira. Ellos son sus hijos, pues siempre está pendiente de ellos, de que estén bien, no los deja solos ni un minuto, los lleva a todos lados y gracias a que hoy en día hay más sitios Pet Friendly, la vida se le hace más fácil. “La verdad cuando decidí tener a Mani fue con la idea de saber si yo era capaz de ser responsable de un ser vivo y él me robó el corazón y cada vez más confirmo que no quiero ser mamá de seres humanos. Las mascotas como los perros siempre están ahí, incondicionalmente, sé que es un pensamiento egoísta, controlo y manipulo fácilmente a mis perros, no me atan, pero cuando viajo me da muy duro dejarlos y lloro y todo. Creo que siento lo mismo que una mamá, siento cuando están enfermos, me preocupo por su bienestar, por su calidad de vida, siento orgullo por lo que hacen, son muy especiales, cuando la gente los conoce son amigables y eso me enorgullece, me dan felicidad todo el día, siempre están de buen humor, con ganas de estar a mi lado… Se volvieron un pedazo de mi y no puedo estar sin ellos, son bebes siempre.” afirma Karen.
Actualmente hay muchos lugares pet friendly precisamente porque las mascotas se vuelve parte fundamental de la vida de los seres humanos y se convierten en los nuevos hijos o hijas. Les dan lo mejor, invierten en ellos en indulgencias y caprichos, así como en educación, salud, entretenimiento, hoteles, niñeras, etc. Es una relación de dependencia mutua, pero de atadura flexible. Para Karen Mani, Olvido y Elvira son los seres perfectos de convivencia porque siempre que la ven tienen la mejor actitud, le hacen compañía y la entienden sin prejuicios.
La sociedad sentencia unos ideales de vida, como casarse y tener hijos porque sino la vida es solitaria y sin sentido, pero eso a Karen no le preocupa y no cree que sea verdad. “El prejuicio que enfrento es que la gente cree que los animales no son importantes y los menosprecian y eso me molesta mucho, creen que estoy loca y ridiculizan mi relación con ellos, por ejemplo una vez alguien me dijo que quitara esos “bichos” de ahí y la verdad me enfurecí tanto que conteste diciendo: respete a caso yo le digo bicho a ¿Usted?” nos comenta.
Cuando le preguntamos por la muerte, nos confiesa que sí es cierto que son reemplazables, pero solo para llenar el vacío que pueden dejar, sin embargo el amor es diferente porque cada perro tiene una personalidad: “Mani es alegre y dispuesto, mientras Olvido es tranquilo, relajado y sin apuros, por su parte Elvira es un terremoto y súper activa.” concluye.
Finalmente esta mujer determinada y amante de las compras se siente feliz de ser mamá de tres perros y dos gatos.
¿Qué piensas acerca de esto?
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.