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etrás de tanta rudeza siempre existe una historia de fragilidad. A pesar de que esta marca de diseño de autor surgió a partir de un evento inesperado, cada una de las colecciones de Andrea Landa no se han dejado al azar. “Muñecas de trapo” es el nombre de su última colección presentada en Colombiamoda, y a través de ella nos cuenta una historia de antaño.
Estas muñecas, más que un juguete o decoración, denotan una tradición de emprendimiento en el matriarcado, donde las niñas aprenden desde pequeñas a hilar e ir formando su propia muñeca con personalidad única; así mismo, se puede asemejar la colección, como un paso a paso hasta forjar la esencia Landa tan significativa y marcada. Comienza con colores crudos y naturales, y pasa a otros más oscuros y oxidados, siempre manteniendo un talante fuerte, desarrollado a través de diferentes técnicas de tejido artesanal y experimental, que pasan de trenzados sueltos y ligeros a esterillados más tupidos. Al igual que en colecciones pasadas, se mantiene el trabajo en gamuza y algodón como prendas complementarias al protagónico en cuero; el uso de flecos y corte a láser en los acabados y las siluetas estructuradas y oversized fueron claves.
Por medio de música nostálgica e iluminación tenue, Landa presentó un recorrido fuera de serie en pasarela, modelos que van y vienen en ocasiones repetidas, dándole significado a cada pieza, insinuando que vale la pena tomarse el tiempo de apreciarlas con más de un vistazo.
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