NADO SINCRONIZADO RIO 2016: Colombia participa por primera vez

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iempre estamos integrando la moda con otras áreas, por eso invitamos a Felipe Loaiza y a Sebastian Montaño a realizar una editorial de moda con las atletas olímpicas de Nado Sincronizado: Monica Arango y Estefania Álvarez. Imágenes que quieren motivar y empoderar a estas dos mujeres que apuestan el todo por el todo en Rio 2016. Conoce quiénes son estas dos atletas colombianas.

Cuando se nos ocurrió la idea de hacer moda y olímpicos tuvimos muchas iniciativas: Mariana Pajón, Catherine Ibarguen, etc, pero luego nos enteramos que es la primera vez que Colombia participa en unos juegos olímpico dentro de la categoría de nado sincronizado e inmediatamente pesamos en realizar una editorial sobre el tema, especialmente porque este deporte es uno de los más estéticos, teatrales y dramáticos. Así nos pusimos en contacto con Monica Arango y Estefania Álvarez para conversar con ellas sobre este logro y plasmar con moda colombiana el poder estético de sus movimientos.

Fotografía: Felipe Loaiza y Camilo Díaz

Asistente de fotografía: Camilo Mejía. 

Styling y producción: Sebastian Montaño.

Maquillaje y pelo: Vanina Di Salvo.

Asistente de producción: Natalia Echeverri.

 

 

Monica Arango empezó a nadar a los 3 años y desde siempre se sintió inspirada por aquellas niñas de nado sincronizado: “siempre me pareció espectacular y pensaba qué es eso tan hermoso, el caso es que llevo más de media vida en esto y me encanta”.  De igual manera Estefania empezó desde pequeña con sus hermanos e hizo todos los niveles de natación hasta pertenecer a la Liga de Natación de Antioquia “fue ahí donde tuve mis primeros inicios con el nado sincronizado, me veían potencial y cualidades para hacerlo.” Y aunque llevan apenas 4 años como dueto, se conocen desde hace mucho tiempo: “Estefa es menor que yo y éramos de diferentes categorías, hasta que nos encontramos en un abierto y decidimos unirnos, porque cada una era la mejor dentro de su categoría y nos juntamos con una meta clara: cumplir el sueño de estar en unos olímpicos.” afirma Monica.

Estas dos atletas son dos polos opuestos que se complementan entre sí, mientras Estefania es tranquila y callada, estudia estadística en la Universidad Nacional y le gusta escuchar música pop, R&B y reggaeton, Monica es explosiva y extrovertida y le gusta leer novela romántica y ver películas rosa, además de estudiar psicología en la Universidad de Antioquia.  Ambas reconocen que fue muy difícil lograr la complicidad y la compenetración para ser una sola en el agua: “somos un complemento, cuando Estefa está desanimada soy yo la que la motivo, y cuando yo estoy súper malhumorada es ella la que me calma”. Relata Monica.

 

 

Pero ¿Cómo llegaron a los olímpicos?  La preparación fue muy dura y el objetivo número uno era clasificar, ganar paso a paso, campeonato por campeonato, fogueo por fogueo y mejorar la calidad del trabajo y subir puntaje: “fue un trabajo muy duro porque apenas nos conocíamos como pareja, como te decíamos, somos muy diferentes y teníamos que lograr ser lo más parecidas posibles.” Además de ser unas deportistas con cualidades especiales para este deporte como lo son la flexibilidad y la fuerza, su gran fortaleza es la capacidad de expresión para trasmitir sentimientos, por lo que entrenan ballet, gimnasia, natación clásica, natación de nado, preparación física y pesas y sus días se dividen en dos jornadas fuertes de entrenamiento de 8am-12m y de 3pm-6pm. “Necesitas desarrollar todas las cualidades de tu cuerpo, el entrenamiento es muy fuerte, pero tu mente tiene que estar aún más fuerte para manejar situaciones externas, si tu mente no está lista tu cuerpo no hace su mejor desempeño.” nos cuenta Monica al preguntarle sobre cómo se prepararon para Rio 2016.

Aunque los retos son muchos, para estas dos atletas la competencia muchas veces no está solamente determinada por su desempeño, pues hay elementos externos como la política que afectan el resultado, “tuvimos muchos golpes porque sentíamos que teníamos muy buen trabajo, pero no nos lo valoraban, por eso nuestro entrenamiento psicológico es muy importante porque nos da fortaleza mental, hay muchas frustraciones, por ejemplo nosotras sabemos que nuestro trabajo es mejor que el de otros países, pero nunca estamos por encima de ellos, porque hay otros factores que determinan ese puntaje, como la relevancia política del país o la cantidad de olímpicos en los que han estado.” afirma Monica.

 

 

En nado sincronizado lo más importante es trasmitir sentimientos y emociones al público, pues como en la mayoría de los deportes la idea es que la gente y los jueces se crezcan, se emocionen y se ericen. Y es que en realidad esto de nadar coreográficamente es como hacer teatro: cuentan con dos coreografías una denominada mapalé con ritmos colombianos, la cual es muy dinámica y el dueto técnico donde los trastornos de la personalidad son los protagonistas, “es muy interesante porque tiene psicosis, histeria, persecución, entonces debes expresarlo todo, puedes ver una historia, es muy teatral.” concluye Estefania.

Finalmente para Monica y Estefania lo más importante siempre será ganar etapas, pues saben que en un deporte de apreciación como el nado sincronizado hay que tener metas altas, pero reales: “sabemos que una medalla en nado es muy difícil, pero estamos enfocadas en escalar y ganar posiciones, somos conscientes que hay países que nos llevan mucho recorrido, muchos olímpicos, por eso nuestro objetivo es mejorar el puesto que obtuvimos en los pre-olímpicos, que fue nuestro mayor logro en toda nuestra carrera deportiva”.

¡Buena suerte chicas! #talentoradicals