MAMÁ ADOPTIVA: Natalia Ortiz decidió ser mamá de María Paz y Cristobal

D

ecidió ser mamá hace 12 años, una maternidad que como ella la relata fue de un momento a otro y con pocos días de aviso, no esperó 9 meses para ser madre, simplemente un día la llamaron y le dijeron que en tres días iba a ser mamá de un niño de 20 días de nacido. Natalia Ortiz hace parte de nuestro especial #mamaradicals, roles maternos alternativos.

Fotografía @Lafandi

Ilustración: @nataliaminds

A esta amante del deporte la idea de ser madre se le había borrado de la cabeza, “cuando me casé hace 19 años no tenía dentro de mis planes tener hijos, de hecho, me cuenta una amiga, porque yo no lo recuerdo, que sentencié que no sería capaz de tener hijos, y tal vez ese fue un mensaje que me dije a mi misma…” y tal vez por eso cuando su esposo le pidió tener una familia le fue imposible concebir una, sin embargo, después de varios intentos fallidos, llegó la idea de la adopción; en un principio los miedos se apoderaron de esa decisión y fue solo hasta que conoció la familia de un amigo que tenía hijos adoptados y de ver su estilo de vida que se ilusionó con ser mamá.

Natalia Ortiz tiene una empresa de comunicaciones y relaciones públicas llamada Tripartita, es una mujer acelerada, intensa, alegre, noble y madre de María Paz y Cristóbal. “Es una emoción muy extraña, porque no es la misma emoción que da un niño o niña que has tenido en tu vientre durante 9 meses, esto es la sensación que van a llegar unos seres a tu vida en cualquier momento, porque además no te avisan cuándo llegará tu hijo o hija, simplemente te llaman y te dicen: ¡en tres días te lo entregamos!, entonces esto es pasar de un día normal haciendo tus cosas, trabajando y al otro día levantarte y decir ¡Soy mama!” nos relata Natalia.

Según esta madre adoptiva se trata de un aprendizaje mutuo, especialmente porque los hijos e hijas adoptados tiene una ausencia, son niños abandonados y muchas veces vienen con problemas psicológicos, con falencias y eso lo hace más difícil, porque como ella lo dice se trata de educar o criar a una persona con genes diferente a los tuyos y que no se conocen, unos rasgos de personalidad que no se saben de dónde provienen, por lo que el rol de madre es crear valores de amor que contrarresten cualquier falencia que venga en el ADN emocional, “el reto es criar personas  fuertes y seguras para que ese vacío no se profundice. Lo más difícil de ser mamá es criar y educar a los hijos (as), tratar de hacer las cosas muy bien hechas para que esos niños (as) sean buenos seres humanos. Sin vicios, sin problemas de autoestima, especialmente sin saber los antecedentes de la madre y el padre de ese niño (a) que ahora es tuyo.” concluye Natalia.

Cuando le preguntamos si existía una diferencia entre una mamá biológica y una mamá adoptiva contesta que vehemencia que no, pero luego hace una pausa y concluye “si hay una diferencia y es cuando muchas madres biológicas les toca ser mamá sin quererlo ni planearlo, en cambio la adoptiva está decidida, eso era lo que quería en su vida. Los padres adoptivos estamos 100% seguros y comprometidos con ese niño (a) que están esperando.”

Cristóbal llegó primero y tenía 20 días de nacido y María Paz llegó dos años después de 8 meses. “el día anterior había dormido perfecto, pero la noche siguiente deje de dormir, había llegado un bebe a mi vida… Cuando llegó Cristóbal inmediatamente decidimos tener otro hijo y la verdad en los procesos de adopción no te dejan elegir nada, así que después de dos años llegó María Paz.”

Un proceso de adopción en palabras simples es: las casa de adopción tienen trabajadoras sociales que comienza por conocer a la familia, desde los abuelos, papás, hermanos, tíos, etc., cómo viven, qué hacen y cómo lo hacen y a partir de ahí, con esa información empiezan a  buscar y analizar los niños (as) que tengan un rasgo físico con esa familia. “En Colombia está muy estigmatizado el tema de la adopción, entonces muchas veces no entregan niños(a) afro por ejemplo, si en la familia no tiene eses rasgos, por lo general esos niños son adoptados en el exterior, aquí tratan de que sea parecido a ti para que esos niños no tenga problemas sociales fuera de la familia, porque hay mucho prejuicio, matoneo, discriminación… tratan de buscar que el niño (a) tenga algo en común con tu familia.”

Desde que salió una ley que dice que hay que encontrar el sexto grado consanguinidad para que los niños(as) sean dados en adopción, esta opción se ha hecho más difícil, hoy hay niños y niñas que llegan a las casas de adopción y mientras encuentran el sexto grado de consanguinidad se tardan años y cuando lo encuentran esa persona muchas veces es un familiar que no quiere adoptar o no puede. “Cada vez más las casas de adopción están llenas con niños con necesidad de pertenecer a una familia y padres con ganas de tener hijos pero la ley lo dificulta.” nos cuenta Natalia.

Para esta madre adoptiva Cristobal es un príncipe, tranquilo y disciplinado y María Paz una mujer desafiante y opositora que puede ser maravillosa, histriónica y tierna. En medio de su acelere e intensidad Natalia busca tranquilidad y espiritualidad al aire libre mientras hace deporte, su segunda ocupación favorita después de ser mamá.